Adiós, Bali, adiós a los maravillosos días de sol, piscina y tranquilidad. Suri, en su cuello, dormía profundamente. Callie con veinte periódicos, el móvil quemando y una azafata nerviosa cada vez que tenía que decirle que debía apagar todos los dispositivos; ella la miraba con ira y obedecía.Bajaron los últimos, Callie no soportaba las colas de gente apretujada y ansiosa por fumar un cigarrillo. Recogieron las maletas y salieron a la zona VIP con la intención de esperar a Alex y su hermano y no morir aplastados por las masas de turistas que invadían el complejo.
—¡Ari! —Lo vio trotar escaleras arriba. Saltó sobre ella y la besó histérico y nervioso—. ¡Oh, mi Ari, qué ganas tenía de verte! Estás morenísima.
Alex llegó más tarde, frunció el ceño y farfulló:
—Esto es increíble, tío. Se apea del coche, sale corriendo y me deja en mitad del aeropuerto. Arizonita, ¿qué cojones es eso? —Pestañeó, miró hacía uno de los sillones y escudriñó el bulto. La perrita gruñó y se movió nerviosa—. ¡Un ratón!—Es un perro —dijo Callie.
—Eso no es un perro, es un ratón. —Alex se inclinó, la perra le gruñía—. ¿Me está gruñendo esta pulga?
—Sí —Arizona la cogió y se la enseñó.
—¡Qué chiquitita! —exclamó Mark.
—Eso no es un perro, es un hámster. —Alex la cogió con una mano—. Mis
dogos se la comerán.—¡De eso nada! —dijo Arizona—. Me la regaló Callie.
Alex y Mark miraron a Callie y luego se miraron.
—Bueno, venga, vamos. Tengo el trasero plano de tantas horas de vuelo.
—Cenamos todos en casa —dijo Mark mientras bajaba las escaleras
automáticas de acceso al parking—. Así nos ponemos al día.—Miedo me da —dijo Callie—. ¿Tengo que empezar a poner demandas?
—No, de momento, no.
—Mucho me extraña.
**********
Entró en la oficina a primera hora de la mañana y saludó a la recepcionista. Subió al ascensor, salió al pasillo y miró el reloj mientras se dirigía a la sala del café. Varias empleadas desayunaban afablemente y al verla se levantaron de las sillas y le saludaron.
—Buenos días, señora.
—Hola. Sigan —dijo frunciendo el ceño al verlas tiesas frente a ella.
—Felicidades, señora, por su boda —dijo una.
—Ah, gracias. —Le dirigió una sonrisa forzada y se sirvió una taza de café—.
¿Mark?—En administración, señora.
Salió de nuevo al pasillo, atravesó la planta y divisó las mesas. Era increíble, a medida que avanzaba en dirección a ellos parecían tensarse y cambiaban varias veces de postura. ¿Era tan terrorífica?
—Señora, felicidades. —Varias mujeres le sonrieron y asintieron con la cabeza cuando pasó.
—Gracias, muy amables. Mark... —Se paró en seco ante la mesa de Mark y dirigió una mirada a todo el entramado de mesas, ¿cuántos años llevaba trabajando toda esa gente para ella? No tenía ni idea, ni siquiera los conocía un poco.
—Mira los informes.
Mark le pasó los papeles y Callie apoyó el trasero en una de las mesas. La mujer que estaba detrás se movió nerviosa y miró de reojo a su compañera. Se volvió hacia ella.
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~La iniciación~ (Calzona +21)
FanficHola! Esta es la continuación de la historia "de Rodillas", puedes encontrarla en mi perfil (aunque se está re-subiendo por problemas técnicos) También salen otros personajes de Grey's pero no tiene nada que ver con la trama de la serie, solo ocupo...