Treinta y cinco.

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—Listo, Magnus se fue. —Betty avisó en cuanto volvió al salón del yate después de que Magnus hiciera su parada para visitar a un amigo.— Regresará máximo en dos horas. 

—Interesante. —Murmuró Jughead mirando como la lancha de Magnus se alejaba lentamente.— ¿Y ahora qué vamos a hacer? —Preguntó cuando los dos caminaban tomados de la mano por el salón. —

La pregunta le pareció absurda a Betty y en su rostro apareció una sonrisa perversa arrastrando a Jughead hasta el camarote con una prisa nada decorosa. 

Jughead sonrió entendiendo y cerró la puerta detrás de ellos en cuanto entraron a la habitación. Sin soltarlo de la mano, Betty lo llevó hasta la cama haciendo que él se sentará y ella se puso frente a él.

—Ponte cómodo y disfruta. —Susurro sobre sus labios y se apartó de él juguetona. Los ojos de Jughead ardieron de deseo sobre Betty, ella estaba provocando, pero guardó silencio y se dedicó a disfrutar tal como ella lo había pedido.

 Cautelosamente, Betty deslizó sus dedos hasta los botones de su blusa roja, desabrochandolos en cámara lenta y continúo con la misma calma desesperante. Levantó su blusa deslizándola por sus hombros, dejándola caer al suelo.

Sus pezones erectos se perfilaban bajo la blonda del sujetador blanco de encaje que llevaba puesto, una bonita y preciosa imágen para su chico que no podía quitar la sonrisa de su rostro, extasiado con lo que veía, cuando los dedos de Betty bajaron por su ombligo y jugueteaba con el

botón de sus shorts blancos.

Antes de dejarlos caer, se quitó las sandalias y sin apartar la mirada de Jughead dejó caer sus shorts sobre sus pies. Aquello estaba siendo una eterna tortura para Jughead, él necesitaba tocarla y probar su piel, no podía permanecer sentando ahí observándola cuando su pene comenzaba a doler.

—¿Te gusta?  —Preguntó desabrochando el sujetador, bajando los tirantes por los brazos antes de soltarlo en el suelo.—

—Me fascina. —Respondió deseando tocarla y apretando los dientes para contenerse.—

Betty se bajó la tanga, haciéndola caer hasta sus tobillos y dio un pasito para salir y deshacerse completamente. Se quedó de pie frente a él completamente desnuda y la deseo aún más,toda ella.

Un suspiro escapó de los labios de Jughead tomando el borde de su camiseta, quitandola por su cabeza. Rápidamente se desprendió de sus Converse sin apartar la mirada de Betty.

Justo cuando él se disponía a desabrochar el botón de sus pantalones cortos, Betty se acercó para cubrir su mano con la suya.

—Déjame hacerlo. —Susurró.—

—Adelante.

Ella avanzó hacia él, deslizando la mano por la cinturilla y tirando de ella para acercarlo. Desabrochó el botón, pero, en lugar de bajar la cremallera, sus intrépidos dedos se desviaron y recorrieron el contorno duro de su pene sobre la tela de sus bermudas. De manera instintiva, Jughead flexionó las caderas y Betty apretó su erección contra su mano.

—Me encantas.—Susurró ella seductoramente, Jughead sujeto su cara entre sus manos y la besó, introduciendo la lengua en su boca mientras ella colocaba las manos en sus caderas y sus pulgares trazaron círculos sobre su piel, justo

por encima de la cintura de las bermudas.

—Tú también. 

Jadeó Jughead con sus labios pegados a los de Betty. Ella le bajó la cremallera, metiendo la mano en sus bermudas y tomando su pene. Jughead gruñó acercando nuevamente sus labios, buscando los suyos mientras la envolvía en sus brazos, sintiendo su suave piel contra la de él.

『Sugar mommy』❁Bughead || C O M P L E T A.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora