Treinta.

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Cuando Bret llegó a la casa de Betty, se enfrentó a su peor estado de humor. Durante el camino, él se preguntó ¿Qué es lo que había ocurrido ahora?. Conocía a Betty y sabía que debió hacer algo realmente malo para ponerla de esa manera. 

—¡Tus estúpidas fotos! ¿Por qué no me las mostraste antes? —Cuestionó  Betty y Bret juntó las cejas confuso.—

—¿De qué diablos estás hablando? 

—¿De qué estoy hablando? ¡De esta mierda! —Betty puso el sobre de fotos frente a él y Bret las tomó analizandolas.—

—Betty, lamento decirte esto, pero estas fotos no son mías. 

Aquellas palabras hicieron estremecer a Betty —¿No? Eres tú quien lo sigue a todas partes, ese es tu maldito trabajo.—

Bret evitó rodar los ojos fastidiado y respiró hondo dejando las fotos sobre la mesa. —Es mi trabajo, pero no, no lo sé, estas fotos yo no las tomé. —Respondió intranquilo. — No recuerdo haberlo visto esa noche junto a ella, de lo contrario te lo hubiera dicho, tienes todos mis informes. 

—¿Y cómo me explicas esto?

Bret tomó una de las fotos sin saber qué responder. —Tal vez sucedió la noche en que viajamos a Jonesboro ¿Lo recuerdas? Estuve contigo esa noche, no estuve cerca de él. 

Betty tomó asiento en su silla pasando su mano por su frente, pensando y analizando. Si no era Bret, había alguien que estaba cada vez más cerca, y no de ella, también de Jughead.

—Es confuso, ¿Cómo es que pudo llegar a tu correo? —Cuestionó él.—

—Tal vez se trate de la misma persona de los regalos anónimos. —Respondió suspirando.— 

—No te ha dejado ninguna nota ¿Esta vez? 

—No, pero estas cosas son claras. —Betty era un manojo de sentimientos y nervios, comenzando por el hecho de que se sentía dolida y celosa por Jughead, después por el miedo que la embargaba al imaginar que podrían hacerle daño a él, no podía permitir eso.

Bret asintió levemente juntando las fotos y guardandolas en el sobre. —Revisaré las cámaras de esa calle, tal vez pueda encontrar algo. —Opinó.—

Betty lo miró esperanzada cuando Bret se puso de pie. —Si eso suena bien. —Murmuró frotando su frente con preocupación.—

—Tal vez esto te tranquilice. —Sugirió entregando una carpeta con el nombre de Jessica Rubble. Betty aún con el ceño fruncido abrió la carpeta encontrándose con los datos de ella. Leyó cada palabra, analizando y sacando sus conclusiones, ella no olvidaba y Jessica Rubble ya formaba parte de la lista de personas que Betty necesitaba hundir.— Su padre tiene un gran adeudo con el terreno donde se encuentra su pequeña empresa familiar, al parecer está quebrando. 

—¿Cuál es? 

—Se trata de una pequeña empresa independiente del sector textil y ventas por Internet.  —Explicó Bret.— 

—¡Perfecto! Me contactaré con el dueño del lugar dónde se sitúa, lo compraré. —Acotó Betty poniéndose de pie.— Como anillo al dedo, veremos cómo es que la bastarda reacciona después de saber que su padre se ha quedado sin su empresa y trabajo.—Sonrió por primera vez y Bret frunció los labios.— 

—No era eso lo que estaba por sugerir, sin embargo ha sido más perfecto. 

Betty lo miró sonriendo, así es como su estado de ánimo cambió rápidamente.— Infórmame de cualquier cosa con las grabaciones, estaré investigando un poco por mi lado. —Avisó Betty y Bret asintió.— Te acompañaré a la puerta.

『Sugar mommy』❁Bughead || C O M P L E T A.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora