『Sugar mommy』❁Bughead || C O M P L E T A.

Veintiséis.

La noche en Riverdale había llegado, las serpientes habían organizado un pequeño festejo en Whyte Wyrm por la victoria del rey serpiente en el concurso de literatura. Estaban orgullosos de él, aquello los alentaba a ser mejores y salir adelante, tal cómo él y su padre lo habían hecho años atrás.

Jughead estacionó su moto fuera del bar quitándose el casco y guardando las llaves de su moto en la bolsa de su chaqueta de cuero negro. Al bajarse se percató de un coche negro estacionado en la esquina. Tuvo un presentimiento de que algo no andaba bien cerca de ahí, juntó las cejas tratando de ver si alguien se encontraba dentro, pero era imposible.

El coche era muy reluciente y lujoso, aquellos deportivos no eran vistos muy a menudo cerca del Whyte Wyrm, por los malos prejuicios que se tenían de las serpientes.

—Jughead Jones. —Escuchó que lo llamaron detrás de él, Jughead rápidamente giró para mirar a la persona y se sintió confundido al ver al hombre que lo había llamado. Su apariencia lo inquietaba, aquel hombre era muy alto y vestía muy formal, tenía pinta de ser un adinerado. —

—Disculpé ¿Lo conozco? —preguntó Jughead mirando con atención su rostro. Su cabello era castaño, casi rubio, al igual que su bigote perfectamente acomodado.—

—No, pero yo a ti sí. —Respondió el hombre desconocido y Jughead ladeó un poco la cabeza sin entender.—

—¡Jughead! —Toni lo llamó desde la puerta haciéndole señal con su mano de que se acercara.— Te estamos esperando.

—Iré en un momento. —Jughead respondió apartando la vista de ella para mirar al hombre desconocido, sin embargo él ya no se encontraba ahí. El deportivo lujoso se marchó con rapidez haciendo que las llantas rechinaran y Jughead ni siquiera pudo ver las placas de este. Aquello lo dejó en desconcierto, él no recordaba haber visto nunca aquel hombre.

Intentado ignorarlo y se adentro en Whyte Wyrm dónde todos lo recibieron con aplausos, él sonrió sintiéndose emocionado y conmovido. Fangs bajó el volumen de la música cuando Jughead se subió arriba de la barra para hablar.

—¡Gracias a todos por estar aquí! —Dijo.— Me sigo sintiendo emocionado por la victoria del día de hoy, pero debo admitir que esa victoria es dedicada a ustedes, hemos pasado por cosas difíciles, sin embargo hemos sabido mantenernos unidos, porque en la unión está la fuerza. No quiero darles un discurso enorme, porque aseguro que todos terminarán aburriendose. —Algunas risas se escucharon por todo el bar, coincidiendo con lo que él decía.— Así que ¡Vamos a divertirnos esta noche! —Gritó haciendo que todos lo hicieran eufóricos también, aplaudiendo y levantando sus cervezas. La música volvió al volumen alto creando el ambiente entre todos.

Jughead bajó de la barra pidiendo una cerveza, recordándose que no debía beber mucho. No quería que las cosas se repitieran como la última vez y perdiera su dignidad nuevamente. Así como también, no quería pensar en Betty. Esa noche se divertiría junto a su segunda familia y nadie la arruinaría.

Eso pensó él, hasta que recibió una llamada. Jughead ignoró eso al ver que él número era desconocido, muchas personas solían equivocarse de número, tal vez esa era una de ellas, pero decidió responder cuando el número insistía con las llamadas.

—¿Hola?

—¿Jughead Jones?

—Si, ¿Quién habla? —Preguntó él apartándose del ruido, caminando a un lugar menos ruidoso.—

—Darla Dickenson, creo que tenemos un asunto pendiente.

—¿Disculpa? —Preguntó desconcertado Jughead caminando fuera del bar al no poder escuchar con claridad la llamada.—