Continuaron su camino a un lado del río sin mediar ni una palabra más, aunque no se trataba de un silencio incómodo, por el contrario, disfrutaban de la compañía del otro mientras trabajaban.
Usagi muchas veces se perdía en sus pensamientos, tratando de teorizar sobre los detalles de esa misión, todo le parecía tan extraño. Estaba tan absorta buscando explicaciones que Sean debía centrar su atención en ella, y mantenerse lo suficientemente cerca para evitar que caiga al suelo con esos tropiezos tan típicos de ella.
Temía que en un descuido cayera al río, eso sonaba como algo que solo a ella le pasaría.
Ya había perdido la cuenta de las veces que había tropezado y él la había sostenido. Su promesa de poner más atención eran unas palabras al aire que olvidaba apenas las pronunciaba, y no sabía si reír por ello o preocuparse.
—Por más que le doy vueltas... no sé cómo vamos a resolver esto —dijo desanimada.
El hecho de que esa misión estuviera rodeada de misterio le causaba frustración, desafiaba su conocimiento y no podía soportar la idea de no saber nada que ayudara. Estaba segura de que, si no descubría algo pronto, se volvería loca.
Sus ojos rojizos observaron el agua que fluía a un lado de ellos, en apariencia era normal, pero estaba segura de que no lo era.
—Tenemos que encontrar pistas, quizá Acab y Jaitrella tuvieron más suerte. Ten paciencia.
Tras pasar el día completo animándola ya no estaba seguro de si sus palabras servían de algo, ya se le estaban agotando.
De pronto la actitud de la maga cambió por completo, algo pareció llamar su atención y corrió inmediatamente hacia lo que sus ojos percibían, ignorando los llamados de Sean.
En una de las bajadas de aquel río, el agua se oscurecía de forma extraña, como si alguien hubiese volteado un frasco de tinta sobre él, y además emanaba una energía poderosa e inquietante. Usagi reconoció una de esas piedras oscuras que le habían mencionado antes, y se inclinó a una distancia prudente para observarlo, aunque por el agua que fluía y el extraño color no podía reconocer muchos detalles.
—¡Esto es lo que buscamos!
Volvió a levantarse y cruzó sus brazos mientras pensaba cómo lo sacaría de allí, estaba cerca de hacer un paso importante en aquella misión, y ya le habían advertido que no podía simplemente tomarlo en sus manos, incluso usando guantes.
Sean se acercó y con sus ojos escaneó aquella pieza tan curiosa, recordaba en las previas instrucciones de Usagi que esa piedra debía emanar una gran energía, pero no sentía nada en su presencia, y se preguntaba si se debía al agua que la cubría.
Podía esperar a que su compañera ordenara sus pensamientos y lanzara cientos de ideas, una más absurda que la anterior, o bien, podía tratar de hacer algo por si mismo. De todos modos, ya se habían sincerado mutuamente, no había nada que esconder.
Hizo emerger algo de luz en sus manos, eso le transmitió una calidez que casi había olvidado, pero fue suficiente para tomar confianza en sí mismo, y así se acercó para sacar el cristal con cuidado, envolviéndolo también con esa suave luz.
Tal y como había pensado, el agua era lo que no le permitía percibir algo fuera de lo usual, sin embargo, reconocer el poder que tenía lo inquietaba. Era similar al poder que él mismo tenía, y a la vez era tan diferente.
—¿Ya habías visto algo así? —le preguntó ella, observando todo con asombro. Aunque aquella luz que emanaba le parecía más interesante que la piedra en sí.
ESTÁS LEYENDO
[GC] Amarillo
FanfictionDicen que los ojos son las ventanas del alma. Estos personajes guardan grandes secretos tras sus ojos ambarinos...