Mientras caminaban, Mya había estado leyendo en voz alta los apuntes de su libreta para refrescar la memoria de todo el equipo, compartió los detalles de la misión explicándoles que un hombre llamado "Ludvig" pedía ayuda para su hija "Relara", una joven que había enfermado hace ya tres meses, y su condición había empeorado hasta el punto en que debía permanecer en cama, en ocasiones se sumía en un sueño tan profundo que podía durar hasta dos o tres días sin despertar.
Ludvig no daba muchos detalles sobre las medicinas que había probado, pero aseguraba haber hecho todo lo posible por ayudar a su hija.
Por otra parte, Tal'ric se había dedicado a investigar sobre Thastalah, el lugar que visitarían dentro de muy poco tiempo. Encontró que los libros lo describían como el lugar con los campos más grandes de toda la región, la tierra era tan fértil durante todo el año que les permitía cultivar todo tipo de productos, lo que hacía que los campos tuvieran una gran variedad de colores cuando son vistos desde lejos, también contaban con una zona dedicada específicamente a los viñedos, y en el centro del pueblo se había construido un invernadero enorme que se asemejaba más a un parque, lleno de flores y plantas exóticas, estaba abierto a todo aquel que quisiera visitarlo durante las veinticuatro horas del día.
Esa última información estaba ahí solo para hacer más evidente que quería ir a verlo, un entusiasmo que pareció contagiar a Mya.
Se detuvieron a descansar cuando los campos comenzaban a ser visibles, momento que Usagi aprovechó para colocarse nuevamente su disfraz, mirándose constantemente en un espejo de mano para asegurarse de que no se le notaba ni un solo cabello rosa.
Sus nervios se notaban desde mucho antes de comenzar aquella misión, y ahora eran más que evidentes por la forma en que se negaba a soltar ese espejo y no podía quedarse quieta en un solo sitio.
Mya le preguntó varias veces si estaba bien, a lo que Usagi respondía que sí, y se escudaba en que nunca había interpretado a un personaje, que le preocupaba no ser muy convincente y arruinar su misión en cubierto.
Tanto Mya como Ramsey le habían creído, le daban ideas y le ayudaban a practicar su acento dudoso haciéndole preguntas aleatorias.
Tal'ric había decidido que era mejor no opinar al respecto, por su parte se enfocó más en hacer apuntes sobre posibles remedios que podía elaborar, y qué tipo de plantas debería buscar.
Sean se quedó en silencio, como esperando que sucediera algo que nunca pasó.
En menos de una hora ya estaban caminando por un camino junto a unos campos llenos de verduras, muchas personas estaban cuidando del lugar y les saludaban con la mano cuando los veían pasar.
Visto lo amistosos que parecían con los visitantes, Ramsey se animó a acercarse a algunas personas que encontraban por el camino para preguntar si conocían a Ludvig o Relara y conseguir direcciones más precisas, lo cual terminó por ahorrarles muchísimo más tiempo.
Siguiendo un camino de tierra rodeado de margaritas fueron hacia una pequeña laguna, desde allí se cruzaba sobre un puente donde colgaban enredaderas llenas de flores coloridas, una única casa de tejado verde estaba del otro lado.
Luego de darle unos ligeros golpes a la puerta, pudieron conocer en persona a Ludvig, lo cansado que estaba parecía añadirle varios años más a los que probablemente tenía, su cabello gris estaba desordenado y su mirada ambarina estaba opaca, seguramente por las horas de sueño que había perdido.
Aún en esa condición logró sonreír cuando le explicaron que venían desde la Guardia Cristal tras haber leído su carta, saber que aún existía una esperanza para su hija pareció devolverle algo de vida.
ESTÁS LEYENDO
[GC] Amarillo
FanfictionDicen que los ojos son las ventanas del alma. Estos personajes guardan grandes secretos tras sus ojos ambarinos...