29. El gemelo sombra

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Agust observa a su hermano de lejos, orgulloso. Los niños están a sus pies, haciéndole preguntas desde hacía un tiempo.

—¿Así que eras el segundo a cargo? —cuestiona Tae abrazando su peluche maltrecho.

—Es mi hyung, es como debe ser. —sonríe Agust.

—¿No te gustaría apartarte de él? —le pregunta Lisa, afilando una navaja que encontró en el barco tiempo antes—. Digo, lo idolatras demasiado, no está bien que tu vida gire alrededor de alguien. Ni siquiera soy tan leal con Namjoon, y es nuestro Líder.

Agust abre la boca para decir que muy probablemente Namjoon ya no tiene razón para ser llamado Líder, no cuando todo está en su curso normal, pero no quiere asustarla con la noticia de la disolución de su familia.

—Bueno..., tienes razón. —acepta después de un silencio prologando.

Es como si, de golpe, abriera los ojos y se diera cuenta de que, al contrario de su actuar ligado a la compasión, a la niña le había parecido sin cuidado si él se daba cuenta de la que sería su nueva realidad. Mira su sonrisa y, alejando el miedo de su cabeza, le revuelve el pelo.

—No seré bueno en nada más. —exterioriza su pánico, pero su voz se mantiene serena.

Tae se pone de pie y le jala los cabellos rubios, haciéndole doler el cuero cabelludo. Agust se queja en voz alta, pero el niño lo ignora, y en cambio se sienta en sus muslos.

—Si eres como nos solía contar mi hermano, definitivamente eres mejor pirata que Suga. —suelta el niño.

—¡TaeTae tiene razón! Podrías ser pirata, encontrar una tripulación no será tan difícil. Con los recientes acontecimientos, estoy segura de que las criaturas mágicas han vuelto a tener fe en la paz, luego de que, en un pasado, todo se haya tratado de desolación y tinieblas. —Lisa se sienta en el muslo libre del rubio y le sonríe con gracia.

—¿Tinieblas...? —Agust, quien nunca había tenido una personalidad muy sólida (guiado por los deseos y aspiraciones de su hyung, su otra mitad y al que casi pudo considerar su dueño), poco conoce acerca de la historia de la isla que, sorprendentemente, había sido su hogar desde que tiene memoria.

—La única vez que el Árbol habló, fue para pedirle a Jimin estar con Namjoon por siempre, decía que era el Elegido y...., bueno, según Namjoon, la criatura mágica comentó que la época en la que solo había tinieblas y oscuridad fue antes de la llegada del que apodaban hijo de la isla, justo después de que las hadas se extinguieran por la falta de fe en la tierra. Dicen que había una guerra, una muy importante, y seguramente todavía continúe en ese lugar de humanos... nosotros, los híbridos, pudimos pertenecer allí pero no fuimos perfectos. Y aquí, los únicos que aparecieron sin partes de animales son ustedes, era obvio creer que alguno sería el que nos salvaría de desaparecer.

—Pero resultó siendo uno de ustedes, un híbrido...

A Lisa no le molestó ser interrumpida, por lo que le sonríe a Tae y asiente, jugando con sus manitas—. Teníamos miedo de la paz, porque no creíamos en ella. No culpo al Árbol, o a todos que adoraron a Namjoon, pero sí me molesta haberlos tachado de malos por tonterías. Yo..., creo que eres bueno liderando una tripulación, y que ser la sombra de tu hermano es tu zona de confort, deberías liberarte, Agust D.

El rubio se carcajea y abraza a los niños, derramando lágrimas de felicidad.

—¿Volverás a casa? —le pregunta a Tae, quien lo piensa un segundo y asiente.

—¡Pero regresare, entonces viajaré en tu barco pirata y con el tiempo seré un haz de la espada!

—¡Me encanta! ¿Pero... saben qué necesito? ¡Una mano derecha! —dice observando a Lisa, quien se cruza de brazos y lo acusa con los ojos.

—¡Pero no seré tu sombra!

—¡Si de todas maneras no tengo, soy un gemelo, se da por hecho que soy la sombra de mi hyung!

Lisa se ríe, divertida—. ¡Eres idiota, todos tenemos sombras! ¿Qué acaso nunca has tenido problemas con ella? La mía se suele enredar cuando estoy de cacería, los ratones son traviesos. —la niña relame sus labios, pensando en su comida favorita; como híbrido de gato, ama con locura los roedores.

—¿E-En serio?

Lisa afirma con un sonido.

—¿Será que yo tengo una? —pregunta Tae, y ambos nativos de la isla comparten una mueca de curiosidad.

—¡Hay que averiguarlo!

—¡Pero, antes, quiero que me regales de recuerdo esta cadena! —pide Tae, jalando un hilo grueso de color dorado que cuelga en el níveo cuello del mayor.

—¡Se ve valiosa! —los ojos de Lisa tienen un signo de dinero humano pintado en sus pupilas.

Agust, quien conoce superficialmente a la especie que parece estar constantemente en guerra, infla el pecho de orgullo y pasa a contarle a los niños cómo la había robado en una expedición con Yoongi a América. Había sido la única que vez que visitó el planeta de Tae, y sin duda le desagradó en demasía, sin embargo, esa cadena...

—¡Una cadena de tres dólares! Oh, mi hermano solía decirlo en ese idioma, ¿Cómo se llamaba? ¡Englis!

Los niños se carcajean y Agust, por primera vez, no siente que su hermano es necesariamente su razón de existir. Se siente bien, entrañablemente liberado.

Los tres saben qué harán hasta que, a la lejanía, sean capaces de observar el hogar los invitados. Aprender que, efectivamente, Tae no posee una sombra fue cómico, pero verlo en papel de americano con su nueva cadena de tres dólares había sido estrambótico.

NeverlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora