Capítulo 46 ¿Debo rendirme?

388 74 59
                                    

Odio, resentimiento, temor, furia y frustración, todas esas emociones se estaban manifestando con tanta fuerza en Kazuyoshi que incluso sentía que su cuerpo estaba temblando ¿por qué toda una familia se empeñaba en hacer sufrir a una chica de quin...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Odio, resentimiento, temor, furia y frustración, todas esas emociones se estaban manifestando con tanta fuerza en Kazuyoshi que incluso sentía que su cuerpo estaba temblando ¿por qué toda una familia se empeñaba en hacer sufrir a una chica de quince años? No, desde el principio le habían dado dosis de odio que fueron aumentando con el paso de los años y él no había logrado hacer gran cosa para cambiarlo

Ririka debería odiarlo, pero aún así ella sostenía su mano con firmeza y le seguía diciendo "Kazu-nii" con un tono de voz suave y a veces medio en reproche por sus constantes bromas, sin embargo su hermana menor jamás le dio la espalda ni le señaló por ser poco eficiente en ayudarle. Lo había estado intentando con todas sus fuerzas desde que murió su padre y aún así...

"...Soy tan patético"

— Si es así, entonces acepto —le escuchó decir al mismo tiempo que sentía que toda su sangre escapaba de su rostro, estaba frío

— ¿Ririka? —soltó sin poder disimular su expresión de sorpresa y desconcierto— ¿qué acabas... de aceptar?

— Aceptaré casarme con Hoshi Rikuto —respondió la joven con una expresión seria, desprovista de emociones

— ¡No, no puedes arruinar así tu vida! —negó Kazuyoshi tomándole de los hombros— ¡no me rendiré, yo-!

— No puedes hacer nada, Kazuyoshi-nii —le cortó Ririka apartando sus manos— esta es mi decisión y he considerado que es lo mejor, solo así-

— ¡No, no voy a permitir que tomes todo tu sola! ¡Yo soy quien debería protegerte, soy tu hermano mayor!

— Pero no me protegiste antes, muchas veces resulté herida y no pudiste hacer nada o más bien nunca lo supiste —todas esas palabras se clavaron con fuerza en el corazón de Kazuyoshi— ya es suficiente de jugar este tonto juego, yo soy solo una pieza en esto y ya ha llegado el momento de que sea usada, eso es todo

— Ya lo escuchaste Kazuyoshi-san, Ririka ha comprendido que esto es lo mejor —se unió la abuela de ambos con una sonrisa que reflejaba su gusto por su triunfo— me aseguraré de que sea una bonita ceremonia

Las palabras no parecían querer salir de su boca, en esos momentos no sentía que tuviera ante si a su hermana y las palabras que había dicho le habían lastimado, pero tampoco podía negarlas. Era como si un muro invisible se hubiera interpuesto entre ambos y si Ririka ya había dado el paso, él ya no podría pelear porque de todas formas no llegaría a ninguna parte

Dolía ver su mirada fría como si ya nada le importara ¿por qué se estaba rindiendo? ¿qué sucedería con el chico que quería? ¿qué pasaba con su vida? No le sorprendería si terminaba vomitando en algún momento, ya que el mal sabor que residía en su boca era tan grande que Kazuyoshi no pudo soportarlo más y abandonó el salón dando un portazo y dejando atrás a Ririka, quien se dejó caer al suelo una vez se vio sola

𝙁𝙧𝙖𝙜𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙋𝙚𝙧𝙖 - 𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora