Capítulo 61 Flanna, aquella con el pasatiempo de tejer fla!

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El tiempo realmente pasa rápido tanto como si en un parpadeo toda una vida hubiera transcurrido como el agua que se escurría de sus dedos, Toshiro rió sarcástico ante esto al pensar que tan solo hace casi dieciocho años él pudo ser una persona dif...

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El tiempo realmente pasa rápido tanto como si en un parpadeo toda una vida hubiera transcurrido como el agua que se escurría de sus dedos, Toshiro rió sarcástico ante esto al pensar que tan solo hace casi dieciocho años él pudo ser una persona diferente, alguien feliz, sin embargo el destino había sido tan maldito que le arrebató a su único amor y se lo dio a su hermano, mientras él tuvo que ver toda su felicidad

Ellos se casaron y formaron una familia y él siendo joven e ingenuo creyó que aún tenía una remota posibilidad, pero todo eso se fue al traste cuando se enteró que Tsubasa ya estaba esperando un hijo, ya no había ni una sola esperanza, pues ese niño llevaba la sangre del hermano que un día quiso y admiró, sin embargo luego le había quitado todo. Ya no era suficiente con ser menospreciado por su madre ¿no?

Aún así siguió observando la silueta y belleza de su musa desde lejos porque eso fue Tsubasa para él desde el primer momento, su inspiración. Ella que era capaz de mantener su grácil figura y delicado encanto a pesar de tener un hijo, mismo que podría ser sin duda apuesto en un futuro, pero no tenía la esencia de su amada hasta que entonces nació la pequeña Ririka, todo un pequeño ángel desde que abrió sus verdes ojos

"Tsubasa, esta pequeña es como Tsubasa"

Ese pensamiento se mantuvo por bastante tiempo, sin embargo un día Ririka regañó a su hermano mayor por haberse ido cuando habían invitados y esos eran los hijos de los Hoshi. Toshiro aún mantenía aquel recuerdo tan fresco en su mente, ya que esa tarde la voz de aquella pequeña y sus verdes ojos refulgían con seguridad y fuerza quitándole aquel velo de inocencia y delicadeza que solo Tsubasa poseía

"Que decepción que heredaras el carácter de tu padre"

— Si tan solo no hubieras dicho nada y agachado la cabeza, aún te verías como Tsubasa —se lamentó el hombre observando una fotografía de la joven, misma que acercó para oler con la esperanza de que aún conservara algo de su esencia

Toshiro amaba con locura el suave y embriagante aroma que desprendía Ririka, lo sentía tan limpio y puro causando que él solo desearía ensuciarlo y deleitarse con una expresión de dolor o vergüenza que se dibujara en aquel fino rostro. Muchos dirían que estaba loco y probablemente lo esté, pero todo era por amor a ella, a su amada Tsubasa que aún vivía en Ririka, solo si pudiera hacerla suya...

— Aún así es imposible y ella ya ha sido ensuciada por aquel mocoso ignorante —negó chasqueando la lengua, mostrando su completo desagrado— ya no tienes ese encanto delicado e inocente, no puedes ser Tsubasa, así que ya no me importas...

"Por eso, es mejor si mueres mientras aún eres hermosa"

Ante aquel oscuro deseo hizo que unos ojos verdes se abrieran de repente sobresaltados, Ririka se sentó de golpe mientras su cuerpo entero temblaba, al parecer había también tenido una pesadilla en donde unos ojos llenos de maldad le observaban y alargaban sus sucias manos para intentar tocarla. Le costó regular su respiración y detener los pequeños escalofríos, solo había sido un mal sueño, por lo que debía molestar a su hermano, no cuando lo que más necesitaban eran descansar en esos momentos

𝙁𝙧𝙖𝙜𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙋𝙚𝙧𝙖 - 𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora