Capítulo Especial: ¿Inseguridad o celos?

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El sentirse insegura es un sentimiento que puede comenzar como algo pequeño, pero poco a poco convertirse en algo más grande y pesado, la presión que se acumula en tu pecho al sentir que nuevamente estás perdida en el basto mar de emociones que re...

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El sentirse insegura es un sentimiento que puede comenzar como algo pequeño, pero poco a poco convertirse en algo más grande y pesado, la presión que se acumula en tu pecho al sentir que nuevamente estás perdida en el basto mar de emociones que reflejan miedo, vergüenza y culpa. Ruri pensó que cuando sus aventuras como cazadora y pilar concluyeran realmente viviría el tan conocido "felices por siempre", sin embargo el tiempo mismo le enseñó que la última página de aquel manga, aunque detalló un "final", realmente era solo el inicio de su verdadera historia

Historia que comenzaría a grabarse en páginas completamente blancas, marcando un nuevo rumbo y por supuesto, experiencias. Actualmente se estaban despidiendo del caluroso y húmedo verano para dar la bienvenida al otoño, los arboles poco a poco iban abandonando su tonalidad verdosa para escalar a colores amarillos y naranjas, por lo que era habitual en Ruri dar una barrida cada mañana antes y en otras ocasiones, durante la llegada de los alumnos del Dojo Rengoku

Había sido cuestión de casi un año para que el mismo abriera sus puertas y comenzara a impartir sus clases, primero como una demostración y charla para captar el interés de las personas y luego la inscripción en donde se pondría a prueba durante una semana la habilidad de los jóvenes valientes. Shinjuro ejercía el papel de maestro, pero se apoyaba más en la parte teórica y de demostración, similar a varios de sus profesores de Educación física

Bueno, no podía culparlo, ya que si bien había comenzado a ejercitarse y tomar una espada de bambú entre sus manos, no era fácil volver a ser la persona que fue antes. Su esposo, Kyojuro era por supuesto, quien más entrenaba con mucha pasión y euforia a los alumnos, seguido de un tímido y más reservado, Senjuro. Era a él a quien acudían todos cuando ya no daban más con su vida y sentían que vomitarían el desayuno de ese día

"También me gustaría participar..."

Los ojos verdes observaron fijamente el movimiento de un pequeña hoja al caer con un vaivén elegante hacia el suelo, por lo que soltando un suspiro de resignación se encaminó hacia la misma para tomarla con una de sus manos y llevarla con las demás que había amontonado, sin embargo algunos gritos y exclamaciones de euforia captaron su atención, curiosa de esto, asomó su cabeza solo para ver lo mismo de casi todos los días, con la diferencia de que Ruri percibía que este comportamiento empeoraba con el pasar del tiempo

Era natural en cierta forma que las jóvenes solteras se escaparan de sus clases o rutina para ir a curiosear en el Dojo, lugar en donde probablemente estaban sus prometidos o interés amoroso, las comprendía, ya que ella también solía mirar con mucha atención las prácticas de su esposo contra algún otro pilar. Volviendo ahora a la actualidad, sentía como si hubiera madurado un poco desde entonces, sin embargo la sonrisa que se había plasmado en sus labios comenzó a borrarse al ver a Kyojuro y Senjuro hablar con el grupo de señoritas

"Celos" probablemente sería lo primero que pensarían las personas al ver su comportamiento, pero no era esencialmente eso, en un principio Ruri había visto a la jovencitas ir en diferentes horarios para llevar obentos o toallas a sus intereses amorosos, sin embargo pronto cayó en cuenta de que muchas otras apuntaban ya fuera al joven Senjuro o... Kyojuro. No era una sorpresa, la peliverde era muy consciente del gran hombre con el que se había casado y por lo mismo se había sentido como "la favorita de Dios", por lo que había ignorado durante meses todo esto... al menos hasta que llegó su etapa de embarazo

𝙁𝙧𝙖𝙜𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙋𝙚𝙧𝙖 - 𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora