Capítulo 3 Recuerdos Amargos ꪜ

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¿Alguna vez se han quemado por estar mucho bajo el sol? Ese ardor que les atormenta por varias días antes de finalmente desaparecer causando solo un mal rato y molestia

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¿Alguna vez se han quemado por estar mucho bajo el sol? Ese ardor que les atormenta por varias días antes de finalmente desaparecer causando solo un mal rato y molestia. Podría decirse que ese tipo de ardor era el que sentía Ririka en esos momentos, tan punzante y abrazador al solo intentar moverse incluso su uniforme había terminado manchado y algo pegado por la sangre seca y el sudor por haber corrido desde ese lugar hasta su villa.

Ahora en su habitación con la espalda cubierta por la medicina y vendas que le había proporcionado Tamaki, se sentía un poco mejor. En realidad eso último era una mentira, realmente deseaba llorar y gritar hasta quedarse sin voz, era tanto el enojo y humillación que sentía, sin embargo como una maldita víbora le amenazaban con inyectar su veneno en su persona más importante.

— Kazu-nii no merece eso... —susurró con molestia al pensar en su querido hermano siendo amenazado por las personas de alto rango

"Mi pequeña Ruri, nada en esta vida es fácil"

— Lo sé, padre... ¡lo sé, pero-!

¿Por qué tuvieron que nacer en esa familia? ¿por qué debía preocupar a Tamaki hasta el punto de hacerla llorar? ¿por qué...la odian tanto? ¿algún día alguien respondería sus preguntas? no, es muy probable  que no sea así, porque ahora todos lo único que buscan es sobrevivir y obtener poder. Unos por su gran codicia y su hermano mayor por intentar darle un lugar a ella dentro de esa familia

— No tienes que hacerlo, Kazu-nii... —negó al sentir como las lágrimas recorrían sus mejillas hasta perderse en la almohada que sujetaba con fuerza entre sus brazos

— Ruri... —le llamó Tamaki tomando asiento a su lado— ¿aún te duele?

— Un poco...

— Eres muy valiente —le elogió Tamaki captando su atención— desde que eras pequeña por más que te cayeras no llorabas, solo lo haces cuando tu dolor se transfiere a otros —añadió al tocar una de las mejillas de su pequeña

— No soy valiente, Tamaki —volvió a negar con una sonrisa amarga— no puedo proteger a quienes son importantes para mi, al menos no sin salir con heridas como esta

— No debió ir con esa mujer, ella es muy cruel... —se lamentó Tamaki al recordar a su pequeña acuclillada cerca de la puerta con la mirada baja.

Tamaki en su momento llegó a pensar que quizás le habían regañado, pero al ayudarla a levantarse y colocar una de sus manos en su espalda la suave tela de su uniforme la sintió mojada y al ver claramente se podía apreciar que era sangre ¿qué le habían hecho esta vez? La respuesta llegó al ver las marcas que había dejado el látigo en la espalda femenina, su señorita tenías marcas viejas únicamente en su espalda ya que nadie sería capaz de verlas a simple vista.

— Si me hubiera negado, Kazu-nii habría sido molestado

— ¡Estoy segura que el joven Kazuyoshi puede manejarlo! —intentó hacerle ver o convencerla, esto no podía seguir así— si supiera que su hermana recibe este tipo de castigo ¿cómo se sentiría?

𝙁𝙧𝙖𝙜𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙋𝙚𝙧𝙖 - 𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora