Capítulo 50 El Atisbo de una promesa

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Una voz gentil y una suave melodía eran lo único que llegaba a sus oídos y le provocaba querer seguir durmiendo en aquel cálido regazo que había sido su refugio cada vez que recibía miradas frías y palabras duras, en ese tiempo ella aún desconocía...

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Una voz gentil y una suave melodía eran lo único que llegaba a sus oídos y le provocaba querer seguir durmiendo en aquel cálido regazo que había sido su refugio cada vez que recibía miradas frías y palabras duras, en ese tiempo ella aún desconocía la maldad oculta en ellas, pues la inocencia aún se podía apreciar en sus hermosos ojos verdes, mismos que miraban con tanta curiosidad su alrededor en busca de algo interesante

— ¿Ya te sientes mejor? —aquella pregunta le tomó por sorpresa, sin embargo no le gustaba mentir

— Si digo que me siento bien... ¿debo dejar tu regazo? —inquirió la menor empleando un tono que reflejaba su tristeza— ¡quiero estar más con mami!

— Mi pequeña esmeralda, mi Ruri —le llamó con cariño su madre mientras dejaba cortas caricias en su largo cabello— Mamá jamás te pediría que la dejaras, sin embargo quiero estar segura de que hay una sonrisa en el rostro de mi hija

— Claro que tengo que dejarte, yo no puedo quedarme aquí contigo mami —negó la peliverde haciendo un puchero mientras sus verdes ojos recorrían la blanca habitación— ¿Cuándo volverás a casa? Ya no quiero que estés aquí...

— Mami volverá cuando esté mejor de salud ¿si? Además no es mi deseo que llegues a enfermarte y un hospital no es el mejor lugar para una pequeña tan linda como tu —añadió la mujer pellizcando con cariño las mejillas infantiles

— Hum, solo me voy porque sé que papi vendrá a cuidarte

— ¡Papi se ha vuelto el guardián de Mamá, es un gran esposo! —le elogió Tsubasa con una sonrisa que reflejaba el amor que sentía por su pareja

— Que envidia, yo también quiero tener a alguien como mami y papi se tienen —confesó Ririka soltando un suspiro

— Oh ¿acaso ya te gusta alguien?

— ¡No, para mi Kazu-nii es el mejor!

— Pero Kazuyoshi no puede casarse con Ririka —negó su progenitora entre risas

— ¡Lo sé! Kazu-nii es mi hermano, pero él dijo que es su deber aprobar quien será mi futuro esposo

— ¿Dijo eso? Dios, es tan protector como tu padre

— Yo también creo que se parecen mucho

— Entonces ¿Qué es lo que quiere mi pequeña Ruri? Sin pensar en tu padre y tu hermano mayor ¿quién se dibuja en tu corazón?

— Hum... —Ririka cerró sus ojos e intentó pensar en una respuesta— alguien que... ¡tenga manos cálidas y una sonrisa tan brillante como el sol!

— Eso es una respuesta interesante ¿por qué quieres alguien así?

— No me gusta estar sola, por eso quiero alguien que siempre me tienda su cálida mano con una sonrisa sincera...

𝙁𝙧𝙖𝙜𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙋𝙚𝙧𝙖 - 𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora