Capítulo 42 Una probada de Miel

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Capítulo dedicado a: anguieQ

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Capítulo dedicado a: anguieQ

Sus labios eran pequeños y suaves, sin embargo parecían encajar perfectamente con los suyos, la dulzura del melón dibujó una sonrisa en su rostro al saber por fin a que sabían los labios de su amada. Fue un beso corto y sincero y aunque creyó que la pena del momento le ganaría, la verdad era que Ririka lucia tan roja como un tomate y sus verdes ojos brillaban más de lo normal

"¿Acaso me habré pasado?"

Tōjuro negó para sus adentros mientras se permitía tocar su rostro y volver a acortar la distancia para dejar un beso rápido sobre los labios de ella, la expresión de sorpresa y pena que había en el rostro de la peliverde le fascinaba e incitaba a querer molestarle más, pero por más que quisiera seguirle besando debían tomarlo con calma o eso es lo que quería intentar

— Ririka, yo...

— ¿Q...Qué dijiste antes? —le cuestionó de repente sorprendiéndole

— ¿Umu? —en un comienzo no comprendió su duda, sin embargo ver aquel verde esmeralda expectante y casi al borde de las lágrimas le hizo ver a que se refería

— El como te dirigiste a mi...

"Me adelanté..."

Un corto suspiro escapó de los labios del rubio antes de tomar los hombros femeninos para acercarla hacia él y brindarle una cálida sonrisa. Si dijera que estaba preparado para este momento estaría mintiendo, pues los nervios se estaban haciendo presentes, sin embargo no podía dudar, deseaba estar con ella

— ¡Ruri, eso dije! —respondió sobre sus labios— supongo que tardé en volver ¿no crees? Pero de todas formas volví a encontrarme con mi primera amiga en aquellas vacaciones de hace cinco años

Ririka se quedó en silencio mientras las lágrimas recorrían sus mejillas y sus manos cubrían su boca debido a la sorpresa, en su momento creyó que había escuchado mal, sin embargo la mirada que él portaba en ese instante le llevó a sentir una oleada de nostalgia y sacudió con fuerza su corazón

— ¿Acaso tu...?

— Recuerdo todo, recuerdo que yo ya te conocía hace cinco años atrás —completó Tōjuro mientras la envolvía en sus brazos con cariño y dejaba reposar su mentón en su cabeza, aspirando su aroma— fue inesperado, pero estoy feliz de que antes e incluso ahora me gustas

— ¿Estás seguro? —le cuestionó entre lágrimas— no fui a verte y desaparecí de tu vida, fue como si nunca nos hubiéramos conocido. Soy cruel y egoísta, pero aún así ¿me quieres?

— No eres cruel ni egoísta —negó el joven tomando su rostro entre sus manos— estoy seguro de que debes haber tenido una buena razón para no ir a verme y algo me dice que eso es porque querías protegerme, me dejaste por mi propio bienestar ¿cómo puede ser eso egoísta?

𝙁𝙧𝙖𝙜𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙋𝙚𝙧𝙖 - 𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora