— Yo te dije primero — reprochó despeinándome.
— No — dije riendo tratando de peinar mi cabello nuevamente — anda Tommie — supliqué.
— No creo que a tu madre le guste — se puso de pie.
— No llegará, aún es temprano — me pare sobre mi cama — además nunca tiene hambre — dije imitando el estirado tono de voz de mi madre — y no quiero cenar sola — se acercó hacia mi mirando hacia arriba debido a la altura que estaba.
— Ya te dije. Vamos cenamos y te traigo — insistió.
— Tommie. — alargue.
— ¡Esta bien, ya! — se rindió y sonreí victoriosa. Tome su mano y salimos de mi habitación.
Tomás bajaba con pesadez las escaleras mientras que yo al contrario saltaba como niña pequeña. A mediación de la escalera se escuchó la puerta de la entrada cerrarse y me detuve en seco, el sonido de unos tacones en el piso indico que era mi madre, inhale y exhale profundamente, suplicando por dentro que no sé comportara grosera con él.
— Creo que será mejor que me vaya — susurro Tomás en mi oído.
— No — le contesté seria — yo te invité a cenar... y cenaremos — le sonreí.
— Puede ser otro día si quieres, no hay problema por mí — se acercó a mí y besó mis labios.
— No — frunci el ceño dejándole en claro que no se hablaría más del tema.
Llegamos al último escalón y pude ver a mi madre viendo cartas y recibos que estaban en la pequeña mesa del living. Volteó cuando sintió nuestra presencia.— Vaya... — dije examinándolo de arriba hacia abajo como si fuera un bicho raro.
— Buenas noches — saludó Tomás cortésmente.
— Buenas noches — dijo con mirada de desaprobación.
— En verdad ____ — susurró una vez más — no quiero incomodarte y mucho menos causarte problemas.
— Invité a Tomás a cenar — mencioné ignorandolo completamente — estaremos en el comedor — sin soltar su mano lo guié hasta el comedor donde nuestros platos ya estaban servidos.
— ¿Pongo plato para usted? — preguntó una de las trabajadoras a mi madre "di que no, di que no, di que no" suplicaba por dentro.
— Si, por favor — mierda, nunca cenamos juntas y realmente cuando deseaba que no lo hiciera... lo hacía.
— Y... ¿trabajas? ¿O sólo estudias? — preguntó sin mirarlo.
— Trabajo y estudio — sonrió.
— En...
— Una tienda de discos — completó.
— Trabaja en una tienda de discos — me volteó a ver en un tono disimulado de reproche. ¿Qué esperaba? ¿Qué le liderará una empresa internacional? — ¿qué? ¿Eres cajero? — contuvo la risa cubriéndose con una copa de agua.
— En realidad no — dejó los cubiertos en el plato — la administro — volteó a verme y me giñó un ojo asegurándome de que estaba todo bien — era de mi padre, era como un pasatiempo y pues ahora ha quedado en mis manos.
— ¿Era de tu padre?
— Así es — ¿qué no podía parar de preguntar? — falleció hace algunos años — bajo la mirada.
— Lo siento — claro que no lo sentía a ella le daba lo mismo — es bueno que ayudes a tu madre — esta cena no podía ser más incómoda, ni aunque pos cojines de las sillas fueran clavos. Por Dios, tan difícil era hacer silencio.
— Ella también falleció...
— Vaya — hizo una mueca torcida — debe ser duro.
— Lo es.
.
.
.— Gracias por invitarme — dijo con una hermosa sonrisa.
— Seguro debes odiarme, debí haberte dejado ir — mire hacia abajo — no esperaba que mi madre te hiciera un interrogatorio.
— Fue divertido — dió un fugaz beso en mis labios — entra o te enfermaras ya que llovía realmente fuerte.
.
.
.— Tiene una tienda de discos, no tiene padres, se hace cargo de dos niños como si fueran sus hijos... — iba a la mitad de las escaleras cuando empezó a enumerar sus "defectos" — conduce una motocicleta y que forma de vestirse — cerré los ojos tratando de tener toda la tolerancia y toda la paciencia del mundo — no te quiero ver cerca de él, ni fuera ni dentro de aquí — no pude más.
— No recuerdo haberte pedido permiso para salir con él — me giré sobre mis talones para verla de frente.
— Pues tuviste que haberlo hecho, de todas formas sería un serio y rotundo no.
— Creo que no me expliqué bien mamá — cerré los ojos nuevamente, cordura ven a mí — te lo dejaré más claro que el agua — suspire — me gusta Tomás, quiero a Tomás y no me alejare de Tomás solo porque no te agrada.
— Ahora me toca aclarartelo a ti... no te quiero cerca de él, no es bueno para ti.
— ¡Por favor! — alargue irónica — ¡tu que sabes de lo que es bueno para mi! — reí amargamente — muy apenas sabes que existo — se le saltaron los ojos con indignación.
— No digas tonterías y ya te lo he dicho, vives bajo mi techo, sigues mis reglas — se dió la media vuelta esquivando el tema que yo había sacado a relucir.
— ¡Ah! ¿Entonces es eso! — grité con rabia — pues ese problema se acaba ¡ahora mismo! — subi corriendo las escaleras ignorando los gritos de mi madre "no me hables así" "ven ahora mismo" "no me dejes hablando sola". Como se atrevía a pedirme que no la dejara hablando sola cuando ella hizo lo mismo conmigo desde hace más de seis años.
Decía que era un defecto de Tomás haber perdido a sus padres... yo estaba en la misma situación. Por más que intentara yo también era practicante huérfana.Lancé una gran maleta a mi cama y con rabia limpiaba mis lágrimas, no era solo por lo que decía de Tomás, yo ya traía cargando muchas cosas desde hace mucho tiempo y esta había sido simplemente la gota que derramó el vaso.
Sin siquiera mirar tomaba la mayor parte de ropa y zapatos que podía. Tomé todo oo que sería indispensable y las llaves de mi auto. Ni a golpes hacia cerrar la maleta. Entre de nuevo al clóset donde tome otra y lance ahí dentro todo lo que impedía que la otra cerrara e incluso otras cosas más. Guarde las llaves en el bolsillo de mi empapado pantalón, tome la mochila que llevaba esta mañana al colegio y cargué como pude las dos pesadas maletas.
— Por favor — soltó una carcajada — deja de decir y hacer estupideces — dijo burlonamente cuando baje el ultimo escalón.
— No son estupideces, tal vez para ti todo lo que diga son estupideces pero al menos trato de convivir contigo — lágrimas de porquería, no sé detenían — pero da lo mismo después de todo — acomode la bolsa bien sobre mi hombro — así estamos acostumbradas, tu no tienes hija... y yo no tengo madre.
Salí de casa, entre al auto, subí todo a este y conduje lo más rápido que pude, cosa que no era muy inteligente. No paraba de llover y yo no paraba de llorar. Me frené de golpe, casi derrapa el auto pero eso no me importó. Solo salí de la carretera ¿a dónde iba? Eran las diez de la noche y estaba parada a un costado de la carretera, con demasiadas probabilidades de quedarme atascada en el lodo.
Puse mis brazos sobre el volante y recargué mi rostro en este tratando de controlar mi incesante llanto.No eran lágrimas de tristeza, eran lágrimas de enojo, de coraje. Pero estas se volvieron de tristeza al darme cuenta que estaba completamente sola, no en el auto, no en la carretera, sino que siempre estaba sola. No podía llamar a Ivo o me llevaría arrastrando de regreso a casa y Tomás seguramente me regañaría.
𖠌𖠌𖠌𖠌𖠌𖠌
Vieron la nueva portada, ya realmente la necesitaba, no me salió tan bien pero algo es algo.
¡Lindo día!
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Me, Myself & I (C. R. O)
FanfictieLa historia transcurre cuando Mateo, el novio de la grandiosa ____ Loughty decide terminarla. Ivo su mejor amigo empieza "ayudarla"... luego decide hacer una apuesta pero lo que no sabe, es que el destino esta a punto de hacerle una mala jugada. ¡Es...