La historia transcurre cuando Mateo, el novio de la grandiosa ____ Loughty decide terminarla. Ivo su mejor amigo empieza "ayudarla"... luego decide hacer una apuesta pero lo que no sabe, es que el destino esta a punto de hacerle una mala jugada.
¡Es...
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- Ivo se llevó mi auto - le informe - ¿me llevas - pregunté sonriente.
- No queda de otra - contesto de mala gana y comenzó a caminar. Cerré mi casillero y caminé detrás de él hasta que lo alcance.
-____- me hablo Melissa mientra caminaba hacía nosotros, le di una dura sonrisa sin dejar caminar como lo había echo ella - ¿has visto a Ivo? - pregunto tímida.
- Estacionamiento - le respondí sin poner mucha atención.
- Así que no tienes amistades - preguntó mientras caminábamos al estacionamiento por el auto.
- No lo necesito - dije segura.
- Según lo que veo Ivo es el único que tiene "acceso " a ti ¿cierto?
- Si... - contesté y reí - ¿y desde cuando te interesa saber sobre mí ?
- Simple curiosidad, la forma en la que trataste a esa chica me confirma que eres la persona más engreída que conozco - solté una carcajada.
- Mira que coincidencia, tu eres la persona más engreída que conozco... - dije pero me arrepentí - No... Nicole lo es - rei - tu eres el más antipático y amargado que conozco - sonreí hipócritamente - ¿Porqué no me dejaste platicar con tus hermanos? - le pregunte cuando íbamos en el auto.
- No me interesa que se relacionen contigo - contesto frío - Así que no te les acerques mucho - dijo mientras estacionaba en auto.
Entramos a la casa y todo parecía hasta que de pronto un castaño bajo las escaleras corriendo, traía a la pequeña Giuliana en su espalda y el pequeño Román los perseguía.
- Erick te he dicho que no corras en las escaleras y mucho menos si traes a Giuliana - dijo acercándose a él para tomar a la pequeña en sus brazos.
- ¡Mira Tomi! - dijo la pequeña Giuliana con emoción mientras le mostraba un papel con una princesa en uno de sus lados.
- Gracias Erick, puedes irte a descansar - se dirigió al chico previamente regañado.
- No es nada - sonrió antes de salir por la puerta.
- ¡Mira! - repitió Giuliana - ¿Puedo ir? ¿me dejas ir? ¡por favor! - Decía con una voz que si sé estuviera dirigiéndose a mí, sería imposible decirle que no.
- A ver ¿qué es? - la bajo y tomo el papel para leerlo. Me mataba la curiosidad que causaba tanta emoción en la pequeña, me acerque y por encima del hombro de Tomás leí el papel rosa que tenía en sus manos. Era una invitación a una fiesta de cumpleaños.
- ¡Ay que lindo, un cumpleaños- dije con emoción - ¿Qué lindo vestido usaras? - le pregunte sin esperar la respuesta de Tomás.
- hey hey hey - dijo tranquilizandonos a ambas, ya que Giuliana saltaba de emoción - aún no he dicho que si - contestó serio, lo que no entendía era ¿porque el autorizaba y denegaba la salida de la pequeña? ¿y sus padres?
