IX

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-¿Porqué me fastidias?- logre reconocer el rostro de Tomás en medio de la oscuridad, era Tomás quien me sujetaba del cuello y me miraba con toda la ira del mundo

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-¿Porqué me fastidias?- logre reconocer el rostro de Tomás en medio de la oscuridad, era Tomás quien me sujetaba del cuello y me miraba con toda la ira del mundo.

- ¿Yo?¿fastidiarte? - afortunadamente la actuación es algo que se me da - ¿Ahora que hice?

- Volverte animadora, ese grito - sentía su respiración mezclándose con la mía - entiéndelo, no me interesa nada relacionado contigo, ni amistad y ni mucho menos "apoyo" - liberó mi muñeca pero mi cuello seguía siendo prisionero.

- ¿Seguro? - susurre sobre sus labios mientras subía mis manos a su cuello, solo que yo al contrario de el y lo acaricie suavemente.

Trago saliva, aunque lo disimulara olímpicamente, estaba nervioso. Detuve mis manos en su nuca. Para lentamente eliminar los escasos centímetros que nos separaban.

Capture su labio inferior succionando de este para iniciar el beso, él permanecía recto. Pero al rozar mi lengua con su labio superior esto cambio. Su mano que sujetaba fuertemente mi cuello, redujo la fuerza con la que lo hacía, al mismo tiempo que su mano libre la posicionaba en mi cintura. Me siguió, sus carnosos labios se rosaban con los míos de una manera increíble. Había perdido el control, ahora el llevaba el ritmo del beso y yo lo seguía. Sus dos manos se encontraban en mi cintura, sus brazos estrujándome haciendo aún más increíble el beso comenzó a avanzar hacia mí y por inercia comence a retroceder. Seguimos retrocediendo hasta que chocamos con  el auto que seguramente era el mío.

- ¡Rayos! - pensé al escuchar que la alarma se había activado.

Tomás se separó bruscamente de mí, dejandome aturdida.

- Sabía que eras fácil - susurró en mi oído, sacándome del estado en el que estaba - pero no creí que tanto... - me miro despectivamente y se dio la vuelta.

- Todos saben que es mucho más fácil ver al presidente en persona que obtener una cita conmigo - podía decirme lo que quisiera falsa, hipócrita. Pero fácil, nunca.

- Pues ya te lo dije - se volteó y se acercó a mi de nuevo. - no me interesa conocer en persona al presidente y muchísimo menos una absurda cita contigo - me señalo con su dedo índice.

- Hablas... -le dije bajando su mano- hablas como si en verdad me conocieras -me había dicho falsa, hipócrita y fácil en solo dos veces que "hable" con él.

- No necesito conocerte para saber como eres.

- ¿Eres psíquico o brujo tal vez? - solté una carcajada y el seguía con su cara de pocos amigos - no ya se... adivino- conteste obvia y volví a soltar una carcajada.

- Mira...

- Adivina que número estoy pensando - bromee sin poder dejar de reír.

- Ves... - dijo con su fuerte forma de hablar - no necesito conocerte para saber que eres una hueca igual que Nicole y el par que la sigue siempre - mi risa cesó.  Me estaba comparando con Nicole Cucco.

Me, Myself & I (C. R. O) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora