XII

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Las preguntas para mi eran fáciles, asi que comence con la primera hoja, rápido la termine, la segunda hoja igual

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Las preguntas para mi eran fáciles, asi que comence con la primera hoja, rápido la termine, la segunda hoja igual.

Tomás pasó por el umbral de la puerta en su brazo derecho cargaba un par de libros y con la mano izquierda tomaba ¿un cigarrillo?

Llevó este a su boca y succiono de este -ten - dijo entregandome los libros para después exalar el humo. Yo sólo la miraba incrédula.

- vives con dos pequeños - me puse de pie y camine hacía él - ¿Y fumas dentro de la casa?

- No es algo que te incumba - volvió a llevar a su boca el adictivo cigarrillo, para después lanzarme el humo en el rostro.

- Tomás - dije seriamente - si tú eres amargado y quieres acortar tu vida con esto - le arrebate el cigarrillo de las manos - no te lleves entre las patas a tus hermanos - apague el cigarrillo en la suela de mi zapato.

- devuelvemelo - ordenó molesto

- Claro - con un simple tirón lo partí a la mitad y lo puse en la palma de su mano, y volteo a verme asesinamente.

- ¿Porqué no desapareces de mi vida?- dio un paso hacía mi para pronunciar con furia.

- ¿Seguro que... - di un paso reduciendo nuestra distancia a cero- quieres que desaparezca? - nuestras respiraciones se mezclaban debido a la cercanía y nuestras miradas estaban tensamente conectadas.
Nuevamente yo tuve la iniciativa, y al contrario de la ultima vez, Tomás no tardó en corresponder mi beso, pase mis manos por su cintura hasta su espalda para atraerlo más a mi. Su lengua sin pudor alguno entro en mi cavidad bucal, la recorría libremente y eso me encantaba. Me besaba de una forma tan intensa, que simplemente me atontaba. Sus manos masajeaban mi cintura cuando una pequeña risa hizo que nos separaramos bruscamente.

- ¡Si son novios! - dijo Giuliana sonriente tapando su boca con sus pequeñas manos tratando de contener la risa.

Volteé a ver apenada a Tomás y este estaba rojo, no se si ses por la pena o por el coraje. Siendo sincera me asustaba un poco.

- No preciosa... - hable evitando la fulminante mirada que estaba recibiendo por el más alto. Me acerque y me puse en cuclillas para estar a su altura.

- A que si- dijo sonriente - los novios hacen eso - rió tímida, no pude evitarlo y reí con ella.

- No sirves para nada - susurro y tomo a la pequeña alzandola en sus brazos para después caminar a las escaleras.

Tal vez esto no iba a funcionar, lo único que estaba logrando es hacerlo detestarme más. Pero tampoco podía perder la apuesta. Había un difícil debate en mi interior. Hasta que finalmente llegué a una conclusión. Seguiría intentando conquistar a Tomás, pero no en su casa. No quiero causarle problemas con su familia.

Me di la media vuelta y tomé mi mochila junto con la mitad de las hojas de la guía.

- ¿Tan pronto te vas? - escuche detrás de mí justo cuando estaba por salir de la casa.

Me, Myself & I (C. R. O) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora