XIV

189 11 0
                                    

- ¿Cuánto fue lo de Giuliana?- preguntó sacando su billetera de la bolsa trasera de su pantalón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿Cuánto fue lo de Giuliana?- preguntó sacando su billetera de la bolsa trasera de su pantalón.

- No fue nada- deje mi bolsa en uno de los sillones de la sala - fue un regalo que yo se lo hice a Giuliana - era verdad, además yo creo que Tomás se infartaría con la cuenta, cualquier persona lo haría... a excepción de mi madre que tiene cosas más importantes que hacer que revisar en que uso mi tarjeta.

- Claro que no- dijo serio- te lo pagaré ¿cuánto fue? - preguntó nuevamente.

- Ya te lo dije.

- Si estás tratando de quedar bien, no lo vas a lograr comprando a mi hermana - me señaló con su dedo índice.

- Es de mala educación señalar a las personas - baje su mano - y no - reí - no estoy tratando de quedar bien y mucho menos comprar a tu hermana - no mentía - además ¿Porqué me interesaría quedar bien contigo? ¿quién te crees? - levante mi ceja izquierda.

- ¿Lo ves? - habló y dio un paso hacía mi - primero me besas, te beso, te "ofendes" - seguía acercándose a mi y por ende comence a retroceder - dices que sólo tu puedes jugar conmigo, luego te gusto y ahora no soy nadie importante - su mirada era más intimidante.

- Estúpida pared, como te atreves a evitarme el paso - pensé ya que no podía retroceder más.

- Ves por qué te considero una hueca, egocéntrica, que solo piensa en lo que quiere y le conviene, que... - no lo deje seguir con mis "defectos" y como otras veces lo tome del cuello y lo atraje a mí, Solo que ahora yo marcaba el ritmo evitando que notara mi inseguridad ya que no estaba muy confiada de que me siguiera, pero al parecer me equivoque.

Apego su cuerpo al mío, tanto que ni la más mínima corriente de aire era capaz de pasar entre nosotros, sus manos se posaron en mi cintura sosteniendome con firmeza.

Su lengua se introdujo de abrupto en mi cavidad bucal, el roce de su miembro con mi intimidad era algo delirante. El abastecimiento de oxígeno en mis pulmones empezaba a disminuir. Me separe de sus labios tratando de recuperar la mayor cantidad de oxígeno posible, eche mi cabeza hacía atrás dándole acceso total a mi cuello, el cuál con desenfreno comenzo a besar volviéndome totalmente loca.

Regresó a mis labios, rozaba, mordía, succionaba, hacía con ellos lo que le daba la gana, y por mi, no había problema alguno. Una de sus manos masajeaba mi cintura y mortalmente comenzo a bajar hacía mi cadera hasta llegar a mi pierna, alzó esta a la altura de su cadera, en automático entendí y me sujete de su cuello, sin nunca separar nuestros labios me levantó como si pesara menos que una pluma, rápidamente forme una llave con mis piernas a su cintura para evitar ser atraída hacía el suelo.

Seguía basándome de esa manera tan intensa y única. ¿Pero cómo podía causar tanto en mi con tan solo un simple beso? Eran tan increíbles las sensaciones que me hacía experimentar.

Me, Myself & I (C. R. O) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora