XXVIII

160 11 3
                                    

Evidentemente hizo caso omiso a mis llamados y me hizo subir al auto.

- ____ - ese par de grito me hicieron sobresaltarme, volteé eran Giuliana y Román quienes habían coreado mi nombre a todo pulmón.

- ¿Qué hacen aquí ustedes? - pregunté sorprendida - han faltado a clases - tape mi boca como si fuera lo peor del mundo, ambos rieron y Tomás subió por el lado del piloto.

- Claro, como tu estás suspendido, nadie más irá a clases - le dije en tono de reproche.

- Mira una falta no te hará daño, y además... - se calló.

- ¿Además qué? - pregunté pero no respondió y puso en marcha el auto.

- ¿Por qué todos visten así? - al igual que Tomás, Giuliana y Román vestían pantalones camuflados y chaquetas igual.

- Porque iremos a...

- ¡Giuliana! - Tomás y Román interrumpieron a Giuliana antes de que me informara a donde me llevaban.

.
.
.

- Llegamos - dijo después de más de veinte minutos de trayecto.

- Enhorabuena - contesté con fastidio, abrí la puerta del auto y baje - ¿Qué es esto? - no sé si estaba sorprendida, o asustado. Era una terracería enorme y a lo mucho estaban seis autos estacionados. Había una gran malla con una tela verde que evitaba ver que había al otro lado de esta. Nadie me contestaba solo sé reían cómplices hasta que finalmente Tomás rodeó el auto y se acercó a mí.

- Jugaremos Painball - pasó si brazo por mi hombro y cerró la puerta del auto.

- ¿Qué? - reí amargamente - tienes que estar bromeando ¿no? - jamás había jugando y no me interesaba en lo más mínimo.

- No.

- Vamos será divertido - dijo Giuliana tomándome de la mano y haciéndome correr hacia la malla verde. Era una tontería de que la pequeña estuviera tan emocionada y yo prácticamente aterrada.

- No, Tomás - lo llamé - mejor yo los veo jugar - sonreí - desde el auto - soltó una carcajada.

- Eres una cobarde ____ Lougthy - Giuliana tiene seis años y le encanta - lo fulmine con la mirada.

- Cállate - lo golpeé - además mira... - señale mis costosos y para nada deportivos zapatos de plataforma - y que ni se te pase por aquí... - señale mi frente - que ensuciare mi vestido Versace.

- Wow - suspiro viendo mi ropa - Dior debe estar revolcándose en su tumba.

- Eso no me parece gracioso Tomás.

- Para mi si, por un momento pensé que trabajabas para Dior, ya que siempre vestías esa marca. Que fea actitud ____ - Tomás movía su cabeza en forma de negación - te pasaste a la competencia.

- ¿Y desde cuándo el señor Tomás sabe desde marcas de ropa? - reí en tan solo pensar en el leyendo/viendo revistas de moda.

- No soy un experto en marcas pero averigüé un poco al verte tan obsesionada con el tal Dior.

- Mira Tomás yo...

- Ah cierto, casi lo olvidaba - se dió la media vuelta interrumpiendome y corrió al auto, abrió la maletera, sacó unos tenis míos y lo que también parecía ropa.

- ¿De dónde lo has sacado? - pregunté sorprendida.

- Hicimos una parada en tu casa, afortunadamente tu madre no estaba - sonrió - y solo le dijimos a la chica que nos habías enviado por ropa - extendió las cosas hacia mí - así que ya no tienes excusas - tome los tenis y la ropa - de todos modos aquí te prestaran equipo - ¿pero qué? - vamos - tomó mi mano y entrelazo nuestros dedos, para prácticamente llevarme a rastras.

Me, Myself & I (C. R. O) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora