Capítulo 16: El enemigo
Wendelina no era la clase de persona a la que le gustara ignorar algo; cuando había cosas que no entendía o para las que creía que le faltaba información, sentía la necesidad de remediarlo buscando una explicación. En ese momento su espíritu curioso e inquieto volvió a aflorar y no iba a detenerse.
Algo había pasado y ella ni siquiera sabía de qué lado estaba, sin embargo, sí sabía que su amiga Greta necesitaba ayuda y su decisión era estar junto al bando que quisiera rescatarla; pero para eso debía saber qué estaba ocurriendo.
David estaba junto a ella, analizando la situación lo mejor que podía. Había pasado por tanto solo para mantener viva la esperanza de hallar finalmente respuestas que lo ayuden a encontrar a su hermano Nathael o, al menos, entender qué había ocurrido.
Ambos percibieron en el otro el mismo deseo de conocer la verdad y se voltearon al unísono para encarar a las cuatro personas que en ese momento compartían la oficina junto a ellos.
—¿Qué es lo que está pasando? —preguntó David dando el primer paso.
—Ahora no es momento de explicar nada —trató de zanjar Laurence, levantando una mano para callar los reproches del joven—. Debemos ejecutar un plan para tomar el control de la villa.
—¡No! —exclamó Wendelina firmemente, atrayendo la atención de todos los que estaban en la oficina, incluido David—. Nos van a decir lo que está pasando aquí, nos lo merecemos por todo lo que ya hemos hecho por Malthus.
Laurence levantó las palmas de ambas manos e hizo un pequeño silencio con la intención de apaciguar los ánimos para que su próxima frase parezca lo más razonable posible.
—Y lo haremos —aseguró de manera calmada—, pero primero debemos ganar tiempo, pasando a la acción. Cada minuto que pasa es un minuto en el que nos pueden descubrir.
—Entonces no pierdas un solo segundo más y empieza a explicarnos —exigió David descartando de plano sus evasivas.
Laurence midió las palabras de David y Wendelina y comprendió que no iban a dar el brazo a torcer.
—¿Realmente creen que ahora es el mejor momento para eso? —preguntó resignado.
—Tienen mucho que explicar. Por lo que me dices, mi amiga Greta, que desapareció cuando llegamos a su taberna, fue hecha prisionera y ha pasado por aquí —argumentó Wendelina marcando pausadamente cada frase, al tiempo que le dirigía a Laurence una mirada severa—. Además, he encontrado esto en tu escritorio —Tomó de la mesa unas hojas de papel sueltas que había separado del resto y se las extendió—. ¿Todavía piensas que no es momento para esto?.
Laurence ojeó por encima las páginas que le había dado Wendelina, sin entender qué significaban.
—¿Qué es eso, Laurence? —preguntó tímidamente Malthus al verlo contrariado.
—Es un viejo informe militar —respondió Laurence, sin darle demasiada importancia.
Wendelina posó sus ojos en los de David y habló sin quitarle la mirada de encima.
—Es un plan de batalla contra las aldeas de los bosques a las afueras de Piedras altas. Tu hogar, David —informó Wendelina finalmente.
El cuarto se saturó de un silencio sepulcral y todos los presentes en la oficina movieron la cabeza en dirección a la muchacha.
La mirada de David, que estaba puesta en Wendelina, se extravió por completo debido a las nauseas que le provocaba la ira.
—¡¿Cómo?! —vociferó peligrosamente David, sin recordar que en ese momento aún estaban escondidos.
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Aprendiz de valiente
AdventureDavid es un simple aldeano que es llamado a las armas para proteger a su comunidad en un conflicto por el que perderá su hogar y secuestrarán a su hermano. Iniciará un viaje para ir a rescatarlo develando a su paso todo lo que está ocurriendo en el...