Aprendiz de valiente

23 Nueva maestra

Capítulo 23: Nueva maestra

David, Wendelina y Sophía continuaron avanzando unas horas más, hasta que el sol comenzó a esconderse en el horizonte.

—Acampemos aquí, dejemos descansar a los animales —ordenó Sophía mostrando un claro dentro del bosque, al costado del camino.

Los tres desmontaron y comenzaron a organizar el espacio para pasar la noche.

Wendelina sacó su libro Mundo en armas, manual de reconocimiento, uso y coleccionismo y animó a David a continuar con su entrenamiento.

—Vamos a seguir practicando, David —ofreció.

David recibió la propuesta motivado y no tardó en aceptar.

—Cuando quieras.

Wendelina marcó los movimientos que aparecían en el manual y le ordenó a David que los repita una y otra vez.

—¿Qué hacen? —preguntó Sophía, apoyada en un árbol, al verlos usar sus armas.

—Estoy enseñándole a usar su espada —explicó Wendelina con una ligera sonrisa.

Sophía se interesó por la actividad, se levantó del suelo y caminó hacia ellos.

—¿Sabes algo de entrenamiento militar? —cuestionó Sophía.

—No, pero en este libro muestran cómo usar ciertas armas. Le estoy mostrando los movimientos que aparecen aquí para que los practique.

Sophía examinó la forma de moverse de David con su espada.

—Parece un estilo viejo, algunos avances creo que los conozco, pero hace mucho que no los veía —criticó Sophía con una mano en la barbilla, pensativa—. ¿Me prestas eso para echarle una ojeada?.

Wendelina dudó por un momento, pero luego le pasó la encuadernación.

—Sophía lo abrió y comenzó a leerlo desde el principio, con cada página que daba vuelta se la notaba cada vez más emocionada.

—Es una maravilla —exclamó la mujer de figura alargada—. ¿Dónde lo conseguiste?.

—En una librería en el pueblo.

—Debió haberte costado mucho dinero.

—De hecho me lo regalaron, estaba en muy mal estado ¿Ves? —reconoció Wendelina—. ¿Realmente te gusta?.

—Sin dudas, es increíble.

—Malthus se había burlado de él y de mí por usarlo para enseñarle a David —recordó Wendelina con amargura.

—Malthus no es un soldado, no entiende de estas cosas —matizó Sophía.

Sophía continuó pasando las hojas hasta que llegó a una que la paralizó, se quedó varios segundos con los ojos bien abiertos, visiblemente asombrada y le acercó el libro a la cara a Wendelina.

—No puedo creerlo, mira esto —pidió.

Wendelina vio el dibujo de un hermoso escudo ornamentado en colores azules.

—Es muy bello ¿Qué es? —preguntó.

—Es el escudo de la confianza, el pupthnaru de los maestros de armas de la villa administrativa —explicó Sophía con los ojos brillosos.

—No sé qué es un pupthnaru —se lamentó Wendelina.

—Un pupthnaru es el arma que te confiere tu título, cuando te nombran al frente de alguna órden militar, la persona que estaba antes de tí te lo entrega y eso les dice a todos que ahora tienes la autoridad.