Al conocerlo él me envolvió en su penumbra, yo ilumine su camino y nos sumergimos juntos en el limbo de la perdición. Él y yo, somos luz en la oscuridad.
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Hayley Melodie es una chica que ve más allá del bien y d...
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Zach.
Volví al dormitorio después de mi desagradable encuentro con Melodie, entré a mi habitación y me quedé dormido en el sofá. Cuando cerré los ojos para conciliar el sueño ella todavía seguía en mis pensamientos.
En la mañana el despertador comenzó a sonar, lo apague cubriéndome los oídos con ambas manos. Detestaba ese maldito sonido irritante.
Me cambie de ropa y me miré tres segundos en el espejo del baño; mis ojeras eran evidentes y el agotamiento y cansancio que reflejaba mi aspecto tampoco pasaba por alto, y realmente eso no me sorprendía, ya estaba acostumbrado a tener ese aspecto cada día. No me moleste en peinar mi cabello, solamente me puse el gorro de la sudadera sobre la cabeza para cubrir gran parte del mismo.
Comencé a buscar mi cajetilla de cigarrillos en cada rincón de la habitación y por suerte la encontré a un lado de mi laptop, la tome entre mis manos, la guarde en el bolsillo de mi pantalón y seguidamente salí de la habitación con la mochila colgando del hombro.
Lo único bueno de estar atrapado en este maldito internado era que podía sentirme libre, sin presiones o limitaciones. Suponía que mis padres decidieron inscribirme en este lugar para mantenerme al margen de sus discusiones diarias o de las malas amistades que me rodeaban en mi antiguo colegio. En resumen, mi vida era un caso de mierda y yo era consciente de ello.
Me pase ambas manos por el rostro y respiré con frustración, sintiendo un dolor punzante en la cabeza, como si la estuviesen golpeando constantemente con un martillo.
Era de esperarse, estaba comenzando de nuevo un día de porquería como los anteriores, pensé que no podría empeorar, pero como nada en esta vida es predecible, mi dolor de cabeza empeoró al cruzarme con Logan en la sala principal del dormitorio.
—Te diría que disfrutes de un buen día Zach, pero viendo tu cara me parece que no lo harás en absoluto —comenzó a decir. Noté enseguida la amargura en su voz y en cada una de sus palabras.
Me limité a responderle en el mismo tono de voz despectivo.
—Eso depende de mí —musité de mal humor. Intenté pasar por su lado, pero él se interpuso en mi camino—. Apártate Logan, no tengo tiempo para escuchar tus jodidos reclamos.
Él se puso serio y cruzó los brazos sin dejar de mirarme.
—Antes de que te vayas a fumar cigarrillos a las gradas quiero hablar contigo, se trata de Hayley.
Al escucharlo no pude evitar reírme de él en su cara, simplemente no podía creer lo que estaba diciendo.
—¿Qué ocurre con ella? Si mal no recuerdo es la chica nueva ¿no? La misma que te mando al carajo el día que le propusiste una cita —exclamé con burla.
Él me miró con enfado, tensándose notoriamente.
—No quiero verte cerca de ella, ¿entendiste? No le hables, no la mires, no te atrevas a acercarte a ella. Te lo advierto Becker, no permitiré que vuelvas a estropearlo todo, tal como lo hiciste la última vez —me advirtió mirándome amenazante.
