Al conocerlo él me envolvió en su penumbra, yo ilumine su camino y nos sumergimos juntos en el limbo de la perdición. Él y yo, somos luz en la oscuridad.
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Hayley Melodie es una chica que ve más allá del bien y d...
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Mientras contemplábamos el cielo el uno al lado del otro, pude darme cuenta de que compartíamos algo especial, la paz reinaba el ambiente, el vapor del cigarro se desvanecía y se esparcía en el aire, desapareciendo ante nuestros ojos.
El sol se ocultó tras las nubes y el atardecer se iluminó con mayor esplendor. La luz del día pronto desaparecería por completo, razón por la que tuvimos que volver al pasillo, en el camino el silencio giraba en torno a nosotros, pero no era del todo un silencio incómodo.
Cuando llegamos al final del corredor Zach me susurró un «Hasta luego», y dio vuelta alejándose por el pasillo, dejándome atrás, nuevamente.
Resoplé y regresé al dormitorio, una vez que estuve en mi habitación me ocupé de las tareas pendientes hasta que me quedé dormida soñando con él.
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Al siguiente día me reuní con las chicas en mi habitación, las tres estábamos sentadas en sitios diferentes; Tara se había sentado en el extremo de la cama, Ashley estaba parada frente al tocador retocando su maquillaje, y yo estaba sentada en un cómodo sofá ubicado al lado de la ventana.
—Dices que él se negó salir con ella, jaja —Ashley comenzó a reír—. No lo culpo. Marina es patética, una mosca muerta que solamente busca atención.
Nunca había juzgado las actitudes de Ashley, ni sus puntos de vista acerca de temas triviales que llegaba a conversar con Tara y yo terminaba escuchando, desde luego le gustaba juzgar y desacreditar a los demás, pero ella odiaba ser juzgada por otros.
—Hablé con el pobre Daryl y le di un poco de consuelo, me pidió que saliéramos y obviamente accedí a su petición —continuó diciendo mientras se pintaba las uñas con un barniz azul celeste—. Pero él no me interesa chicas, no es más que un chico que finge ser rudo cuando en realidad es un imbécil más, me da lástima y por eso saldré con él. Es un estúpido si en realidad cree que alguien de mi nivel podría salir con tan poca cosa, ustedes entienden a qué me refiero, ¿no?
—Ashley, para ya, no me gusta que hables mal de los demás, no quiero escucharte más —exclamó Tara con molestia cubriéndose los oídos con las manos.
—Me exasperas, querida, sabes que no lo decía en serio, anda, quita esa cara —dijo Ashley pasándose las manos sobre su largo cabello rubio, el cual caía sobre sus hombros.
—Cambiemos de tema —sugirió Tara y yo asentí. Ya estaba harta de las quejas y comentarios estúpidos que decía Ashley cada dos segundos. Era mi amiga, pero en estos momentos estaba cansada de escucharla.
Iba a contarles lo que había sucedido entre Zach y yo, desde los primeros días que converse con él hasta el día del concierto, también quería hablarles de lo que sucedió en la fiesta a la que asistimos la semana pasada, todo, necesitaba soltarlo o explotaría.
