✧35✧

22 13 0
                                    

Zach

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Zach.

Estos días Mel y yo hemos estado juntos la mayor parte del tiempo, en las mañanas vamos a clases y por la tarde estudiamos juntos en su habitación o en la mía, los exámenes serán pronto y debemos estar preparados, además, nos hace bien estar uno al lado del otro, mucho más ahora que somos novios.

Me he dado cuenta que ella me hace sentir bien, en todos los aspectos, estando con ella todo es menos complicado, más fácil de sobrellevar, con ella me siento tranquilo, y quizá, eso es más de lo que merezco.

Estoy en la biblioteca reescribiendo uno de los proyectos que tenía escrito en borrador, en la mesa están regadas una docena de hojas blancas donde he escrito la información más importante del tema que elegí para el proyecto final, además, están regados un grupo de lapiceros, marca textos y algunos libros de los que he extraído ideas que complementan mi trabajo.

Una notificación en mi celular me sacó de mi estado de concentración, lo saqué del bolsillo de mi pantalón y lo desbloqueé escribiendo la contraseña, después miré las notificaciones en la parte superior de la pantalla, las cuales decían que tenía cuarenta seguidores más en Instagram, que en su mayoría eran chicas que no conocía en absoluto, y seguían aumentando porque el celular no dejaba de vibrar. Fruncí el ceño sintiéndome confundido, en esa cuenta ni siquiera había subido fotos mías, la única que subí la eliminé hace tiempo y era una imagen donde estábamos Emma y yo comiendo algodón de azúcar sentados en una de las bancas del muelle.

Miré la primera notificación, la cual decía: #HayMeliForever te ha etiquetado en su publicación. Entonces entendí lo que estaba pasando. Mel y yo nos habíamos tomado unas fotografías, más bien, ella me había pedido que nos tomáramos una fotografía y yo accedí a su petición solamente porque no paraba de decir —Por favor, Zach. Solamente una—, cada cinco segundos. En la foto estábamos los dos sentados en un árbol, ella estaba sonriendo y tenía la cabeza apoyada sobre mi hombro, en cambio yo mostraba una sonrisa falsa mirando hacia la cámara, nuestras manos estaban entrelazadas y de fondo se veían las ramas y las hojas de los árboles.

La publicación tenía muchísimos me gusta y más de quinientos comentarios, los cuales en su mayoría decían «Hacen una lindísima pareja», «Que románticos». Vale, yo de romántico no tenía nada, pero a la gente le parecía que sí.

Todavía recordaba las palabras exactas que ella había dicho...

—En esta fotografía nos vemos muy bien —la escuché decir al lado mío—. ¿estarías de acuerdo si la subo a mi perfil de Instagram?

—¿Por qué la subirías? Basta con que la tengas guardada en tu galería —le dije y resoplé con aburrimiento.

—Ya lo sé, simplemente me gustaría tener una foto de nosotros juntos en mi perfil, es lo que todas las parejas hacen, supongo —respondió alzando los hombros y mirando las hojas que se desprendían de los árboles.

PerdiéndonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora