✧9✧

41 17 1
                                    

Y allí me encontraba una vez más, caminando hacia el aula con un montón de libros en las manos, echando un vistazo a ambos lados del pasillo para evitar chocar con algún compañero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y allí me encontraba una vez más, caminando hacia el aula con un montón de libros en las manos, echando un vistazo a ambos lados del pasillo para evitar chocar con algún compañero.

Habían transcurrido algunos días desde la última vez que tuve que enfrentar al desagradable Zach. Si mis cálculos eran precisos, ese día él regresaría a clases, pues su semana de suspensión había llegado a su fin. Curiosamente, me emocionaba la idea de su regreso.

Al entrar al aula, busqué un asiento libre y coloqué mis libros sobre el pupitre. Luego, saqué un lapicero y una libreta de mi mochila, abrí la libreta y empecé a hacer algunos garabatos en una hoja.

—Hola, Hayley —susurró alguien con voz ronca detrás de mí. Sonreí de manera tonta y volví la mirada hacia él—. He planeado algo para esta tarde.

—¿Qué es? —pregunté con interés, entrecerrando los ojos por la curiosidad.

—No puedo darte todos los detalles, digamos que es una sorpresa, pero puedo asegurarte que una vez que lo veas, no lo olvidarás —dijo Logan, mirándome intensamente. Su aliento caliente me provocó un escalofrío que activó todos mis sentidos.

—Está bien, cuentas conmigo —murmuré, mientras me pasaba un mechón de cabello detrás de la oreja.

Él rodeó mis hombros con uno de sus brazos y me dio un suave beso en la mejilla.

—Vale, iré a tu dormitorio a las siete —dijo mientras acariciaba suavemente mis hombros con la punta de sus dedos.

Su cabello me hacía cosquillas en el cuello, y podía sentir sus labios muy cerca, con su aliento fresco rozando mi mejilla.

—Te esperaré —le aseguré, y él sonrió, apoyando su mentón en mi cuello.

—Tengo que ir a clases ahora, pero espero con ansias nuestro encuentro de esta noche —murmuró cerca de mi oído con voz suave y cautivadora.

Sus labios rozaron el lóbulo de mi oreja, y un escalofrío recorrió mi cuerpo mientras mis mejillas se sonrojaban intensamente.

Después de unos segundos, Logan se apartó y salió del aula. Yo sonreí de manera discreta, pero rápidamente borré esa sonrisa al sentir la mirada fulminante de las chicas que estaban detrás de mí. Podía percibir la envidia y la ira que las consumía mientras murmuraban insultos entre ellas, pero decidí no darles importancia y enfoqué mi atención en el profesor que estaba a punto de comenzar la clase.

A la hora del almuerzo, sonó el timbre y todos a mi alrededor se levantaron de sus asientos, saliendo del salón apresuradamente y empujándose unos a otros. Yo, por mi parte, guardé mis libros y lápices con calma en la mochila. Una vez que terminé, la coloqué sobre mi hombro y salí del aula.

Caminé entre la multitud de estudiantes, pensando en la sorpresa que Logan había preparado. Aunque nunca he sido muy fan de las sorpresas, esta vez me sentía muy emocionada y entusiasmada, preguntándome qué podría ser.

PerdiéndonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora