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Que nuestras almas se encuentren y nuestros labios se rocen.
Si nos volvemos a cruzar, amor mío.
Ten la certeza de que cuidaré tu corazón y tu felicidad como antes no pude hacerlo.
Sólo te pido que me recuerdes y me ames justo como lo hago yo.
Mi corazón ardiente te amará en esta vida y las siguientes con amor puro, digno de ti.

🔥

¿Qué curioso es el destino, no? Estaba a punto de pelear, otra vez, con mi profesor de historia favorito. Bueno, creo que debo dejar de pelear tanto con la gente, puedo meterme en problemas con personas más extrañas y peligrosas.
Debo quitarle la vista de encima, esto se vuelve incómodo y no creo que sea buena idea que alguien más nos vea.

-H-hola... -¡No muestres que estás nerviosa! ¡Que sus pantaloncillos pegados no te distraigan! -¿Cómo está, Rengoku-san?

-¡Bien! Nunca he estado mejor, pero por favor ya habíamos hablado de los sufijos, dime Kyojuro. No hay necesidad de tanta formalidad, no afuera de la escuela.

Ay no por favor, no sonría. Hará que me derrita, no me puedo derretir en el centro comercial.

-¡Me gusta tu pijama, se ve muy fresca!

Mis mejillas se encendieron, había olvidado que tenía la pijama y ni siquiera era la más bonita de mi guardarropa.

-G-gracias.

-Vi que también querías estos nuggets, así que aquí tienes. No es el único lugar donde comprarlos pero quizás tú no puedas ir tan lejos. -extendió su mano con los desgraciados Nuggets en forma de corazón y me sonrió.

-Pero usted también los quería, ¿qué pasa si no los consigue en el otro lado? No me sentiría bien sabiendo que no pudo disfrutar de estos nuggets por mi culpa. ¡Para nada, tómelos usted! -le regresé la charola.

-¡Yo tampoco me sentiría bien sabiendo que una chica linda no disfruto de ellos por culpa mía! ¡Acéptalos por favor! -me volvió a dar la charola.

-¡Jamás! Usted ya ha sido bastante bueno conmigo -claro que se acaba de ganar puntos por lo de chica linda -no podría aceptarlos.

Dejé la charola en el mostrador y me crucé de brazos.

-No los voy a aceptar, por favor _____, tómalos.

-Podría seguir discutiendo esto todo el tiempo o podría aceptarlos y disfrutarlos, Rengoku-san.

-También soy muy persuasivo y testarudo, ganarme en una discusión no será muy fácil para ti.

-¿Es esa una clase de amenaza, profesor?

-Podría ser.

-No puede ser posible con estas nuevas relaciones, ¿podrían dejar de coquetear y conseguirse un cuarto? En mis tiempos nada de esto sucedía...

Ya no escuchamos la siguiente parte de su queja porque se fue. Volteé a ver a Kyojuro y me di cuenta de que sí estábamos muy cerca, en cuanto se volteó su nariz quedó frente la mía, un movimiento y podría besarlo, pero esta no era la versión de mis sueños. Bajé la mirada buscando los causantes de esta estúpida discusión y me di cuenta de que ya no estaban. Kyojuro también lo notó y caímos en cuenta de que la señora se los llevó, nosotros concentrados en otra cosa y ella aprovechó.

-Bien, parece que ninguno de los dos comerá nuggets -rió -pero puedo llevarte al otro supermercado, solo si quieres.

-¡Bien! Pagaré esto y vayamos.

Ambos nos dirigimos a la registradora y mientras subíamos nuestras cosas a la barra pudimos apreciar a la señora y efectivamente se había llevado mis nuggets. Bueno, no la culpo, están deliciosos.
Salimos y subimos al auto de Kyojuro, me sentía extraña porque apenas ayer nos vimos y todas estas cosas sólo hacen que se sienta un poco apresurado todo. Quizás sólo me estoy imaginando cosas, él es un buen tipo que jamás intentaría algo más. Menos conmigo.

¿Reencarné?  (Kyojuro Rengoku x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora