¿Reencarné? (Kyojuro Rengoku x Lectora)

27

¿Qué es lo que piensas? Mira mis ojos.
Hay mucha tensión rodeándote.
Estás nervioso me imagino por qué,
Deja de lado los miedos y solo víveme.

Tuya seré, pon tus manos dónde todos puedan ver.
Sigue hasta el final, quédate justo ahí.
Algo acerca de esta noche se siente destinado a ser,
Baila conmigo, solo conmigo, pequeño alhelí.

—¡Por favor! —chilló mi nombre —¡dimeeeee! —insistía Shinobu detrás mío.

—Ya te dije que no, no preguntes. Además, ¿Por qué insistes tanto en saber? Ya pasó un mes —respondí tomando una charola para mi comida.

—Por eso, porque ya pasó un mes y nunca me dijiste nada —Shinobu hizo un puchero, sus mejillas estaban rojas —. ¡Vamooos! Al menos dime si fue genial o cómo sentiste cuando lo hizo.

Rodé los ojos, ya le había explicado y al parecer aún no entendía que realmente no pasó nada. Sólo dormimos juntos y ya.

Ajá.

—Yo también estoy intrigada —¿Thabita? Niña cochina, pensé —, ¿Por qué no respondiste los mensajes durante más de ocho horas esa noche?

—Porque estábamos viendo una película.

—O sea que sí estaban teniendo sexo —Shinobu sonrió con picardía —, ya sabía. La forma en que se miran es como si se devoraran el uno al otro.

—¿De verdad? No creo verlo de esa forma —dije —. Además no siempre ver películas es una alegoría a tener sexo.

Tomé lo que comería y me moví saliendo de la fila. Shinobu y Thabita venían detrás mío. Los comentarios y las miradas aún seguían sin desparecer desde la situación con Yoriko, el chisme corrió por toda la escuela, algunas versiones más tragiversadas que otras.
Traté de llevar todo este asunto lo más normal y tranquilo posible que pude, sin embargo, no era así de sencillo. No cuando Yoriko insistía en regresar a su puesto y me culpaba por eso.

Llegamos a la mesa en la que también estaban los chicos, nuestro grupo se extendió. Senjuro platicaba con Tanjiro, mientras que Inosuke le quitaba su comida a Zenitsu.

—¿Por qué no tomas una charola y te sirves de comer? —dije mirando a Inosuke —No deberías quitarle su comida a Zenitsu él también tiene hambre. Toma algo de mi comida y ve a conseguir la tuya.

Inosuke miró extrañado el sándwich que le di, pude notar un leve sonrojo. Engulló el sándwich y me señaló.

—¡Tú debes de darme más de esto!

—De aquél lado hay para conseguir, si no te apuras entonces se acabarán —dije —, y no te olvides de traerme otro sándwich.

Salió disparado hacia la barra para tomar la charola, era divertido ver cómo estaba impaciente por llegar a la comida.

—Le agradas -habló Tanjiro —, no suele hacer caso.

—Por cierto, chicas, tomen —Senjuro nos entregó chocolates blancos, nos miramos extrañadas, ¿Qué día es hoy? —. Feliz día Blanco.

Es verdad, es catorce de marzo. Qué rápido pasa el tiempo.

Tanjiro también nos entregó chocolates y Zenitsu me dió unos dulces.

—Gracias —respondimos las tres.

—Mira, seguramente piensa en golpear a ese chico también —escuché detrás mío, en otra ocasión hubiese reclamado pero ahora ya no tenía ganas de hacerlo.