¿Reencarné? (Kyojuro Rengoku x Lectora)

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*hola, antes de continuar quisiera pedirles un favor, cuando lleguen a la parte correcta, reproduzcan "Only" de Lee Hi, yo les marcaré cuando tengan que hacerlo con este símbolo "✿". Sin más, disfruten el cap (◍•ᴗ•◍)❤*

Siempre estás sonriendo,
Hablando apasionadamente.
Cada vez que entras a un salón
Es como si trajeras contigo el Sol.

Te escucho hablando,
Me pregunto si pensaras en mi de repente.
Late con fuerza mi corazón
Quisiera ser parte de ese amor.

Los ojos verdes de la señorita Mitsuri estaban más grandes de lo normal y su cara en todas las tonalidades rojas nos dijeron a mí y a Kyojuro que lo había presenciado.

—Yo... eh... P-perdón, debí tocar la puerta —dijo muy rápido volteando a todos lados.

—No te preocupes, Kanroji, e-está bien, no pasó nada —dijo Kyojuro acercándose a ella.

Por mi parte sólo esperé, volteé hacia la ventana para evitar verla, tenía mi rostro rojo, lo sabía por el calor.

—Kanroji, te vi correr, ¿Por qué estás tan roja? ¿Estás bien? —la voz del profesor Iguro me hizo quedar estática.

—¡S-sí! —dijo la señorita Mitsuri —es... solo que vine corriendo crey-yendo que estabas aquí.

—¡Sí! Su entrada fue ruidosa —dijo Kyojuro riéndose.

—¿Y ella qué hace aquí? —preguntó Obanai.

No volteé, no iba a hacerlo.

—Estaba platicando con ella sobre un asunto importante, está aquí por mí —habló Kyojuro.

—Ya veo —dijo Obanai —me comentó Sanemi que iríamos a buscar unas cosas después de clases. ¿Nos reuniremos aquí, no?

—Por supuesto, ya sólo falta una hora de hecho.

—Bien, entonces esperaré aquí contigo, yo he terminado de dar mis clases.

—¡Perfecto! —dijo ignorando completamente que la señorita Kanroji sigue en shock —¿También te quedarás aquí, Kanroji?

—Eh, sisi — dijo con su mirada aún divagando.

—Okay, profesor Rengoku, me da gusto que haya resuelto mi duda, si me disculpa iré a tomar mi última clase, nos mantenemos en contacto, hasta luego —dije tan rápido como pude y salí corriendo sin ver atrás.

Llegué al salón y Thabita estaba roja, igual que Shinobu, las dejé solas en educación física.

Gracias Kyojuro.

—¿Qué se siente estar bendecida por los dioses para saltarte la clase del profesor Tomioka? —preguntó Thabita.

—De maravilla —dije burlonamente —¿Qué les pasó?

—Tomioka, eso fue lo que pasó —dijo Shinobu molesta. —Él... Él, me las va a pagar, estuvo toda la clase poniéndome a hacer las cosas más pesadas y al no hacer una bien me regañó y me puso a hacer sentadillas, me duele tanto el culo que no me puedo sentar.

—¡Shinobu! —chilló Thabita tapándose la boca—dijiste una mala palabra.

—¿Cuál? ¿Culo? ¿En serio crees que esa es una mala palabra?

—Hey, a la niña no me la pondrás a decir groserías eh, cuidadito —amenacé.

—¿En serio no dices groserías? —Shinobu estaba sacando su traje de víbora —porque una vez que las dices no puedes parar.