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Tú y yo, amado mío.
Si las vidas pasadas no fueron suficientes para querernos, podemos intentarlo mil veces más hasta saciarnos.
Te amo y no creo que ni las mil vidas siguientes me alcancen para demostrártelo,
Esto es tan puro, tan maravilloso, sé que el amor es efímero pero contigo, vida, contigo parece renacer cada que escucho tu voz o me encuentro ante tu tacto.
Déjame demostrarte que mi amor por ti no ha cambiado, que lo nuestro va más allá de lo alguna vez imaginado.
Quizás mis versos sean tontos y sin prosa, pero estoy segura de que no dejarán de describir tu alma hermosa.

🔥

Los días han pasado, Kyojuro y yo nos hemos distanciado, fue una decisión que tomamos el día de la cena cuando supimos de la hermana Kochō. Aún estoy preocupada y aunque me ha dicho que Kanae no sabe nada, tengo mis dudas al respecto.

Shinobu, es amigable, se ve y actúa como una persona angelical. Ha logrado entablar amistad con muchísimas personas, maestros y demás personal de la escuela, tanto así que no parece nueva. A pesar de eso (creyendo que yo no le caía bien), me confié en el hecho de que a Thabita pocas veces le agradan las personas. Aún no entiendo cómo es que nos convertimos en amigas.

Pero, aquí estamos.

Las tres.

Comiendo juntas.

Thabita y Shinobu se han vuelto muy cercanas, tanto que comienza a darme un poco de celos. La conversación fluye de manera impresionante, tienen tantos temas en común, muchos de ellos los desconozco y no encuentro forma de incluirme en la plática. Me resigno en escucharlas hablar mientras yo observo mi sándwich como si fuese la cosa más interesante del mundo, quizás el pueda leer mi mente y comprobar que sabe delicioso.

Extraño a Kyojuro, tanto que recientemente me he puesto a escribir cosas sobre él, no son como poemas porque soy malísima para eso, pero sí escritos que pasan por mi cabeza cada que lo recuerdo.
Durante las clases que llevamos con él no levanto mi cabeza para nada, es extraño, siento como si Shinobu me observara buscando el momento exacto para delatarme.

Creo que estoy sonando muy paranoica pero es que es cierto, sus orbes moradas parecen saber todos mis pecados y su sonrisa finge no juzgarme en cada desviación que hacen mis ojos hacia cierto profesor.

—Enseguida vuelvo, iré al baño — dije interrumpiendo la plática que tenían — si anuncian el regreso a la clase nos vemos allá.

—¿Comiste? — asentí —Está bien, recuerda que debes de cuidarte mucho _______, no quiero que te enfermes otra vez y te desmayes.

—No lo haré Thab, tranquila.

—¿Tiene ______-chan alguna enfermedad? — Shinobu habló — ¿Qué clase de condición tienes?

—Ninguna.

—Problemas gastrointestinales.

Ambas respondimos al mismo tiempo, yo sólo rodé los ojos, si Thabita tiene oportunidad le cuenta sobre mi condición. Tengo algo llamado "dispepsia funcional", aunque mi caso no es tan grave, Thabita siempre se preocupa por mí y vigila que coma a tiempo y las cantidades correctas. Nunca supe por qué me sucedió eso, sólo recuerdo que me creyeron fumadora con depresión y ansiedad como posibles causas a mi condición. Cuando se presentaron por primera vez mis síntomas y estuve en tratamiento ella me recordaba los horarios; sólo así logré reducir un poco los síntomas que eran muy dolorosos.

—No es nada, olvidemos ese tema. — caminé — Las veo allá.

Corrí sin que Sanemi o Iguro me vieran, ellos dos son iguales, aburridos. Aunque entiendo la regla de no correr por los pasillos, una vez salí disparada por alguien que me empujó mientras corría, ese día dolió mucho.

¿Reencarné?  (Kyojuro Rengoku x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora