¿Reencarné? (Kyojuro Rengoku x Lectora)

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Mamá lo sabe. Sabe que me gusta alguien a quien puedo traerle problemas y viceversa.
Pero también sabe que estoy enamorado y que estoy dispuesto a afrontar las consecuencias de mis actos.

Senjuro está conmigo, insistió en venir a mi casa. Dice que está solo y que es demasiado tímido en la escuela como para socializar. Mientras lo escucho hablar pienso en estas semanas que me cuestioné lo que sentía por ______. Sabía desde un inicio que me era atractiva, pero sólo lo pensé como una atracción pasajera. Conforme nuestras tutorías pasaban pude conocer un poco más de ella, su presencia me traía paz, era como tener al Sol de cerca. Era radiante, tenía muchas ideas, jamás me había sentido tan cautivado por alguien y aunque algunas veces solía ser impulsiva o casi imprudente, solucionaba esos problemas. Fui capaz de ver cómo crecía constantemente, según palabras de ella era como un pequeño digimon, "digievolucionaba".

Nunca entendí eso.

—¡Hermano! Escuché que te gustaba alguien, ¿La conozco? ¿Sabe de mí?

—Lamento decirte que no pequeño Senjuro, pero me está ayudando con algo importante, quizás en algún momento pueda presentártela.

—¿Y qué es eso tan importante en lo que te está ayudando?

—Es un tema un poco complicado de tratar, luego te lo contaré.

No creo que sea conveniente decírselo, creerá que soy un loco.
Aunque quizás lo estoy.

🔥

Okay, no sé cómo decir esto. Es demasiada información, demasiado por procesar. Siento que mi mente acaba de estallar. Pero no sólo quiero ser yo con la mente hecha trocitos, les voy a decir.
Según el libro existieron tiempos oscuros en el Japón antiguo que la gente prometió olvidar a toda costa. Y se lo tomaron muy enserio, solían quemar a las personas o intervenir para que los demás no se enteraran y se crearan disturbios que amenazaran la tranquilidad de la creciente ciudad con aires de primer mundo.

Sin embargo, aún habían personas que hablaban sobre las grandes hazañas de los héroes que libraron de las garras de los demonios a la ciudad de Tokio. El autor de este libro por ejemplo era un miembro de un clan que era importante en el antiguo Japón, Takeo Fujiwara.
Dice que su familia era protegida por cazadores, ya que la sangre que poseían era especial y buscada por demonios para subir de rango o tener mayor poder en sus técnicas. Las fotografías eran viejas y muy poco visibles, pero algunas estaban mejor que otras. Había una fotografía de un tipo, muy parecido a Kyojuro, bueno, quién sabe si probablemente era él. Sostenía la mano de alguien, a quien por lo antigua que era la fotografía, no podía ver, ni siquiera para distinguir si lo conocía. Quizás si la llevara a arreglar podría verla con claridad, aún se venían ciertos rasgos.

Efectivamente, ellos existieron y dieron su vida por la de aquellos que después juraron olvidarlos.

Después de la gran batalla contra el creador de esas bestias, fueron obligados a dejar de lado todo aquello que recordara a las futuras generaciones sobre su existencia, la organización de cazadores ya no existiría, dejarían de portar sus armas y vivirían como cualquier otra persona, aquellos que perdieron algún familiar durante la batalla serían remunerados a cambio de jamás decir una palabra.
No me imagino lo duro que fue saber que alguien cercano a ti haya muerto y el gobierno trate de eliminar cualquier recuerdo de esa persona sólo para mantener una paz que no existía. Ser tratados como criminales cuando tu deber era salvarlos y saber que se sacrificaron por aquellos que decidieron olvidar su nombre.

Lo que más me intrigó fue una parte en la que hablaba sobre la muerte de un chico que se casaría con la futura heredera y líder del clan Fujiwara, ambos al casarse le darían más poder y renombre a ambos clanes. El joven fue atacado al proteger a doscientos pasajeros en un tren que se descarriló, mucha gente habló del incidente y los pasajeros del tren dijeron que fue un problema de la poca infraestructura en las vías del tren. Otros hablaban de cuatro sujetos que al parecer estaban como locos jugando con espadas, en especial uno con una capa inusual, que fue el que murió.
Uno de todos los pasajeros dijo que el chico se sacrificó para salvarlos pero que las autoridades les negaron hablar del tema.