Capítulo 63

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Con la vista borrosa me alejo de ellos importándome mierda mi condición, lo único que quiero es irme de aquí, no quiero seguir presenciando el dolor.

— ¡Nena!

Antes de voltear la chica a su lado responde a su llamado. Por un momento pensé que él me había llamado a mí, pero no es así, alguien más es su nena. Ese apodo ya no me pertenece.

— ¿Qué sucede, nene?

—Regresa a dentro en un momento de alcanzo —le dice.

No quiero seguir escuchando, me duele el pecho, quiero gritar y llorar, alejarme y perderme. Pensé que el verlo de nuevo aliviaría mi dolor, pero fue lo contrario. Puedo escuchar como la mujer a su lado se molesta por dejarla. Con el alma partida camino rápido saliendo de la mansión.

Me dejo caer a un lado de un árbol, no tengo ganas de caminar, además estoy semi desnuda y no me puedo ir así; deje mi bolso y mi ropa adentro. Sin poder hacer nada lo único que hago es esconder mi cabeza entre mis piernas. Tengo frio y no sé a quién recurrir no conozco a nadie de Idus.

Una cálida prenda cubre mi espalda, un saco sobre mis hombros. Separo mi cabeza de mis rodillas y con los ojos lagrimeados miro hacia arriba. Con las piernas temblorosas por el frio de la noche me levanto.

—Déjame llevarte a casa —se ofrece.

—No, gracias.

No quiero hablar con él, me quito su saco y se lo entrego, me alejo de él, pero me detiene.

—Deja de ser orgullosa y déjame llevarte.

—No necesito tu ayuda.

De nuevo me alejo, pero insiste en no dejarme ir.

—Deja de ser tan terca.

—Déjame en paz, quiero ir a casa —elevo la voz.

— ¿Así desnuda?

—No es tu asunto.

— ¡Mallory! —se desesperar por mi terquedad.

Una segunda mano agarra mi otro brazo y me pega a su cuerpo alejándome de Jaxon.

—Puedes dejar a la dama, entiende que no quiere ir contigo.

Mi mirada se posa en el hombre alto con el que hace unos momentos estaba. Me jala y me pone detrás de su gran cuerpo tapándome del hombre que me lastima, con caballerosidad me extiende mis cosas que olvide adentro.

—Debes vestirte primero, linda.

Jaxon se queda enfurecido con el hombre que me cubre mientras me visto.

—Vamos, te llevo a casa.

Acepto la ayuda de Joss, prefiero ir con él en vez de aceptar la ayuda de Jaxon. Asiento con una pequeña sonrisa, Joss me toma de la mano y me hace caminar junto a él a su auto, pero Jaxon me agarra de nuevo.

— ¿Te vas a ir con un desconocido?

Lo miro y lo ignoro, Joss entiende y me lleva al auto dejando atrás a Jaxon. Llegamos a su lujoso auto y me permite entrar, aunque Joss me esté ayudando no puedo confiar del todo en él y me detengo antes de entrar al auto y parce notar mi desconfianza.

—Si te preocupa que te secuestre, no es así. Te llevaré a casa sana y salva. Tranquila —dice con humor para tranquilizarme.

— ¿Cómo sé que no mientes?

—Te doy mi identificación.

De su cartera saca su identificación y me la entrega. La observo, tiene la foto del hombre y sus datos personales.

LIBIDO +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora