Epilogo

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Dos años después.

Jaxon y yo estamos preparando los bocadillos para la pequeña reunión de esta tarde. Cada mes reunimos a nuestras familias para convivir y, esta vez papá vendrá. Después de que nació Doreen, dos días después tuvo que regresar a Italia y ahora después de un largo tiempo vendrá de nuevo a visitarnos.

Recuerdo bien ese día.

Después de mencionarle a Jaxon sobre mi embarazo no tardó en hacerse viral la noticia. Primero se enteró mi padre, quien dio un grito en el cielo y vino hasta Alemania para verme, estaba muy feliz que ese día lloro junto a mí; me aconsejo como si fuera mi madre, y lo es, es mi madre y padre. Tanto Jaxon como yo no nos salvamos de la gran charla de cómo ser buenos padres, lo típico de papá. Duramos seis horas en esa charla. De mi parte escuche todo lo que dijo; sé y estoy segura que sus consejos funcionarán porque ha sido un buen padre para mí.

Días después se enteraron los padres de Jaxon, de la misma manera se pusieron felices con la noticia y luego lo supo su familia y por último nuestros amigos.

Jaxon insistió en ocultarlo hasta que naciera Doreen, no quería que los periodistas me molestaran durante el embarazo. La familia y nuestros amigos aceptaron no decir nada.

Todos los días Clark se mostraba atento a mis síntomas, desde la segunda ecografía hasta la última me acompaño al médico, me compraba lo que se me antojaba, incluso si era sexualmente. Me regañaba por trabaja en exceso, incluso dejo de ir a su empresa y trabajo desde casa para cuidarnos. Cada día, cada tarde y noche él se encargaba que comiera a mis horas y sin poder evitarlo subí de peso por comer tanto, no me importo y a él tampoco.

Un mes antes del parto programado, fuimos a nuestra cabaña en medio del bosque y nos quedamos un fin de semana solos. Por la mañana nos la pasamos en la laguna y me puse un traje de baño de dos piezas para lucir mi pansa. Ese día Jaxon me tomo muchas fotos, también nos tomamos unas juntos y las subió a sus redes sociales.

A partir de ese día los periodistas siguieron a Jaxon como abejas en la miel; lo bueno es que no me siguieron por órdenes de Jaxon. Ese mes me quede encerrada en casa por los periodistas y, antes del día esperado se me adelantó el parto por cinco días.

«Tampoco olvidaré ese día.»

Estaba con Alexandre platicando; él se ha vuelto mi mejor amigo, además me presento a la nueva chica con la que está saliendo. Estaba abriendo el regalo me que compró Alex para Dalia Doreen, ese fue el primer trajecito que le puse cuando nació.

Lo que en realidad pasó fue, subí a la habitación a dejar el regalo y de regreso mientras bajaba las escaleras la fuente se me rompió dejando un charco sobre las escaleras, me puse demasiado nerviosa, grite el nombre de Alexandre y él en seguida llegó, al decirle lo que me pasó se puso nervioso y no tenía idea de que hacer, pidió por ayuda, las empleadas llegaron y una de ellas se encargó en llamarle a Jaxon, quien tuvo que salir a arreglar unos diseños para las modelos, una junta importante.

Después los dolores se presentaron y fue en donde Alex entro en pánico, él estuvo conmigo mientras llegaba la ambulancia. Las contracciones me mataban de dolor que él me ayudo a relajarme dándome su mano para apretarla.

La ambulancia llego minutos después, de urgencia me llevaron al hospital y en seguida me atendieron. Jaxon no tardó en llegar a mi lado; la doctora nos aceptó y dijo que tenía que caminar para dilatar más. Eso fue muy cansado y doloroso para mí.

Jaxon me ayudo a caminar y cuando ya no pude más la doctora me reviso de nuevo y dijo que era el momento. Entramos al quirófano, Jaxon me acompaño agarrándome de la mano, podía sentir el nerviosismo en su mano.

LIBIDO +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora