Capítulo 67

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Al despertar nos bañamos para bajar a desayunar, lo más relajante de esto es que las empleadas ya preparan el desayuno y solo tenemos que bajar comer. Mi desayuno consta de un omelette con un vaso de jugo de manzana y fruta picada.

— ¿Qué tal durmieron anoche? —pregunta papá levantando las cejas.

Capto la indirecta de mi padre. Clark se ríe y lo regaño con la mirada.

— ¡Papá!... Solo descansamos.

—Entendido —levanta las manos en son de paz.

Continuamos con nuestro desayuno y minutos después es interrumpido por la presencia del secretario.

—Buenos días, lamento molestar... Señorita Hoffman, necesito que me acompañe a la empresa de su madre, hay unos asuntos que necesito arreglar con usted —anuncia.

—Ok, solo terminaré de desayunar.

—Por supuesto señorita, termine. La espero en el auto.

—Ok.

Lucas se va y continuo con mi comida. Desde ayer me enteré de varias cosas sobre mi madre, como por ejemplo que creó su propia empresa. Cuando estaba con nosotros no tenía ese lujo, lo logró después de que nos dejó.

Con prisa comienzo a comer más rápido.

—Tranquila, te puedes ahogar —me regaña papá —No quiero que de indigestión.

—Lo siento.

Paso el bocado y luego tomo un poco de jugo, pero se cae de mi boca manchándome la barbilla y un poco mi cuello, Jaxon enseguida utiliza su servilleta y me limpia.

—Gracias —le agradezco con una sonrisa.

—Come más despacio —dice.

Asiento y dejo en vaso sobre la mesa para hablar con él.

— ¿Te puedo pedir un favor?

—Claro, dime —dice al terminar de masticar.

— ¿Me puedes acompañar a la compañía? Como sabes, yo no sé mucho de administración y necesito a alguien que me oriente.

—Por supuesto te acompaño.

—Gracias.... ¿Ya terminaste? —no quiero que deje su comida a medias.

—Sí, solo me lavo los dientes.

—En un momento subo.

—Ok, preparo tu cepillo de dientes.

Se bebe lo último de su jugo y sube, no sin antes agradecer por la comida. Lo veo caminar y mientras lo hace miro su redondo trasero hasta lograr perderse al subir las escaleras blancas de mármol.

—Sabía que él es el indicado —menciona mi padre.

Dejo de admirar a mi novio y me enfoco en mi adorado padre.

— ¿De qué hablas?

—Ese hombre en verdad te quiere hija, lo demuestra en sus acciones e incluso tiene el brillo en sus ojos cuando te ve. Es muy difícil encontrar un hombre que en verdad te quiere. Sé que se casarán —asegura.

— ¿Tú como sabes que me casaré con él? Que tal y las cosas cambian.

—Mi florecita, este viejo que tiene cuarenta y ocho años te lo dice. Solo espera que él de el primer paso para unir sus vidas.

—Deja de decir incoherencias. Me voy.

—Ok, solo no llegues tarde, esta noche regreso a Italia.

—No tardaré, regresare antes.

LIBIDO +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora