Feriha Sultán (Editando)

Capitulo 26

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              Reyhan no te olvidare

Todo el harem no podía creer lo que había pasado era claro que Mahidevran no quería a Rumeysa pero todos sabían que le haría la vida imposible a Reyhan que tenia mas que un enemigo, Amelia había visto el enfrentamiento cuando Nigar la manda a llamar

–¿Que pasa Kalfa?–dice Amelia llegando a ella–

–El príncipe Mehmed la manda a llamar

–¿A mi?–dice Amelia–¿Por qué?

–Vamos Amelia, anda a sus aposentos y luego vas a los de Reyhan

–Claro Nigar–sonríe y camina hacia los aposentos del príncipe entrando en ellos– Mi principe

–Amelia...–sonríe– Quiero pedirte algo

–¿Qué desea?–Pregunta intrigada– 

–Se que Reyhan tiene ahora sus propios aposentos por lo cual tu vas a hacer mi aliada

–Perdon pero no lo estoy entendiendo

–Me vas a informar todo lo que pasa ahi, si se golpea, si esta con alguien o si está enferma, cualquier cosa

–Mi principe es muy arriesgado si el principe Mustafá se entera me mandaría a cortar la cabeza

–No te la cortara porque estás bajo mi protección además que eres la amiga de Reyhan...–sonríe–

–Esta bien–suspira– solo porque se que su amor es verdadero y mi amiga lo ama–se reverencia y sale de los aposentos–

–Reyhan no te olvidare–sonríe Mehmed mirando el anillo de oro con una piedra roja–

Mahidevran por su lado entra a los aposentos de El Sultán, abren las puertas dejando ver al amor de su vida junto a Hurrem y a Cihangir el hijo menor

–Mahidevran–dice Hurrem– Que alegria de verte

–Lo mismo digo Hurrem–dice Mahidevran sarcástica y se sienta a su lado–

–Quiero hablar con ustedes sobre la Hatun–dice el Sultán– Mehmed tienen derecho sobre ella

–Mi Sultan, mi hijo la vio primero–dice Mahidevran–

–No me importa y fue el primero que le hizo daño–suspira– solo escúchenme esto no terminara bien, dos de mis hijos se pelean por ella–las mira– Están aumentando sus enemigos

–Mi Sultán–dice Hurrem suave– mi hijo ya no esta a la siga de la Hatun–miente– Mustafa debería quedarse con ella y hacerla su esposa sin lastimarla 

–Mi hijo la cuidara muy bien–dice Mahidevran levantándose dándose cuenta de las miradas de los dos, contiene sus lágrimas para irse sin ser notada–

Reyhan está en sus aposentos sentada en su cama viendo las murallas grises da un suspiro–Madre me haces tanta falta–se le escapa una lágrima– Se que me dijiste que mi futuro es divino pero se me esta haciendo dificil esto–escucha que tocan la puerta secándose rápidamente las lágrimas– Pase

–Sultana Reyhan–dice Amelia entrando– 

–Amelia no soy una Sultana–sonríe– 

–Aun no pero me enviaron aqui asi que sere tu concubina–dice feliz– 

–Me alegro tenerte aquí–dice Reyhan abrazándola– Tengo mucho miedo que me hace huir–confiesa– 

–¿Por qué dice eso? –la mira–

–Tengo miedo de que Mustafá se ponga como loco y quiera tomarme por la fuerza–dice Reyhan suspirando– 

–No creo que lo haga, sabe que asi te perderia–la mira– 

–Por Allah, este palacio tiene una maldicion porque se les puede meter la maldad a cada hora del día–suspira– Se hizo de noche–mira las estrellas– Saldré un rato 

–¿Ahora Reyhan?

–Si ahora, debes hacerme el favor de acostarte en mi cama

–No, Reyhan puede que venga alguien, me mataran–dice Amelia exaltada– 

–Lo harás–sonríe– Adiós–sale de sus aposentos para ir al jardín secreto–

–Reyhan me darás algo–sonríe y se acuesta en la cama para protegerla–