Capitulo 22

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Coartada Perfecta

En los aposentos de la Sultana Hürrem estaba la Sultana Mihrimah sentada en el largo sillón mientras veía a su pequeño hermano Cihangir jugar con juguetes de madera y su madre caminaba de un lado hacia el otro, ella sabía perfectamente que algo le preocupaba porque eso siempre lo hace cuando esta nerviosa y ese algo es la guerra de Sultanas donde tenían que hacer de todo para ganarla.   

–Madre podrías dejar de caminar–dijo la Sultana Mihrimah mirándola–. Vas a hacer un hoyo en el piso.

–No puedo estar tranquila hija–suspira–. Se que Mahidevran está tramando algo–exclama la Sultana Hürrem preocupada jugando con sus manos–. 

–No solamente ella–la mira–. Creo que Esmehan también trama algo porque está celosa de Reyhan e incluso nos puede traicionar–dijo Mihrimah sin pensarlo–. Debemos tener cuidado con las dos.

La Sultana Hürrem se queda pensando, deja de caminar para luego abrir sus ojos–Eso es, Reyhan–exclama sonriendo–.

–¿Qué pasa con Reyhan?–Pregunta preocupada–. 

–Mandaremos a Reyhan donde el Príncipe Mustafá–sonríe–. Sera nuestra coartada perfecta y así es como sabremos todos sus movimientos e incluso cada uno de ellos.  

–No Madre–la mira negando con su cabeza–. No haremos eso, no podemos hacerle eso a Reyhan  

–Si podemos Mihrimah–toma su mano–. Además, Reyhan va a ayudar, eso te lo aseguro. 

En los aposentos del Príncipe Mehmed por primera vez estaban en silencio luego de que Reyhan se fuera para que hablara con Esmehan o lo que podría hablar con ella.

Mi hija no puede estar con una esclava como lo es ella–exclamo mirándolo–. 

–Madre a mí me gusta estar con Reyhan–reclama la pequeña–. Es muy dulce conmigo.

–Mi princesa–dijo Esmehan furiosa–. No tienes permitido jugar con ella porque está prohibido.  

–Ella juega conmigo, tu no lo haces–solloza la pequeña mirando el piso–. 

–¿Porque no juegas con ella? –Pregunta Mehmed mirándola–. 

–Porque tengo cosas que hacer Mehmed–reclama Esmehan en un tono enojado cruzándose de brazos–. No puedo estar siempre encerrada en mis aposentos. 

–Mi amor–le habla a la pequeña en un tono dulce– ¿Qué cosas hace tu Madre cuando no estoy?

–¡Humasah!–le reclama Esmehan–No digas nada. 

–¡Cállate Esmehan!–exclamo mirándola para luego ver a su hija–. Dímelo mi princesa–sonríe–. Tu madre no va a hacerte nada–toma su mano–. Lo prometo, estoy aquí para protegerte.

Feriha Sultán (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora