Dicen que nuestro destino esta escrito mucho antes de que naciéramos donde tenemos que enfrentarlo sin saber el precio de este, primero fui Isabella de Venecia, luego fui Reyhan Hatun, paso el tiempo donde me convertí en Kosem Sultán y finalmente me...
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¡Detente!
Reyhan luego de se fuera la Sultana Hurrem, miraba un punto especifico de los aposentos de la enfermeria, parecia que su mente viajaba por distions lugares.
–Mi hijo...–susurro cerrando sus ojos–. Perdi a mis padres, perdi a mis dos leones, Alah no me quites a más personas te lo ruego–sus lagrimas caen por sus mejillas–.
La Sultana Mahidevran ese dia sufrio una perdida dolorosa, algunos dijeron que fue el Karma y que el bebe se llevo junto a el los pecados. Sin embargo ella sentia demasiada rabia, penso que lo mejor fue acabar con el problema de raiz.
Reyhan lloro toda la mañana, se quedo dormida, lo que no sabia era que iba a tener una visita, la sultana Mahidevran se metio en los aposentos sin ser vista, la observo tan tranquila que le dio envidia, tomo una almohada y se la coloco en la cara ahogandola–Reyhan, sera tu fin–la estaba afixiando, ella trato de sacar la almohada pero no podia–.
–Tia, ¿Que haces?–pregunto la Sultana Mihmirah viendo a la Sultana Hatice en el suelo con Ibrahim–.
–Oh...No le digas a nadie porfavor.
–No se lo dire, necesito una explicacion–sonrie mirandola–. Levantense–rie–.
La Sultana Hatice miro a Ibrahim, los dos se levantaron rapidamente, Mihmirah los veia riendose, se notaba que todavia eran niños.
El principe Mehmed caminaba hacia los aposentos de la enfermeria, miro la puerta abierta era extraño para él, se acerco viendo a la Sultana Mahidevran afixiando a su amada, la saco de encima de ella–¿¡Que haces!?–exclamo furioso–.
La almohada cayo haciendo que Reyhan se levantara rapido, tosia a la misma vez que trataba de respirar colocando su mano en el pecho.
Mahidevran se levanto–Eres una maldita, tienes que morir–dijo enojada–. Mataste a mi bebe.
–Yo no soy una asesina...Detente–la mira–. En cambio tu siempre quieres matarme.
–El no te hizo nada...–susurro sollozando–.
–¿Que le hice yo a Mustafa?–pregunto mirandola–. Mirame a los ojos, dimelo.
–Mereces morir.
Reyhan se levanto de la cama enojada, se acerco a ella– ¿Lo merezco?, tu lo mereces con tu maldito hijo–solloza–. Me han quitado todo, mataron a mi hijo y si crees que soy debil, estas equivocada porque yo te destruire.
–Tu no puedes.
– Si puedo porque no sabes como mierda me siento, estoy al borde de la locura y lo unico que me mantiene en la realidad es Mehmed.
–No te tengo miedo–la mira–.
–No quiero que me tengas miedo, quiero que me tengas respeto.
La Sultana Mahidevran se sintio ofendida, levanto su mano para darle una cachetada, Reyhan esperaba el impacto que nunca llego porque Mehmed paro su mano.
–No quiero que lo haga Sultana porque ella sera la estara adelante y yo estare atras, si la ofende es como si me estuviera ofendiendo a mi–Mahidevran los miro con furia y se fue–.
Reyhan estaba temblando, se dejo caer en el piso llorando, coloco su cabeza entre medio de la piernas.
Mehmed entendio dos cosas, Reyhan se iba a vengar y que si estaba con ella siempre estaria atras. La verdad es que le gustaba la idea, sin mas la abrazo con distancia porque Reyhan ahora odiaba el contacto fisico y él iba a curar sus heridas.
