Capitulo 47

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Capitulo 47

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Capitulo 47

Meses  de miedo

Dos meses después el misterio del jardín no fue resuelto, nadie sabía lo que había ocurrido así que Mehmed decidió mandar a los jardineros reales para que volvieran a construir el jardín con flores únicas de todo el mundo...era una sorpresa para su amada.

Reyhan luego de todo lo que le había pasado, su cuerpo recién estaba reaccionando al momento traumático que vivió, ella cada vez que veía a Mustafá en los pasillos corría escapando de él, las noches eran pesadillas que al final terminaban con la Sultana Hurrem, la Valide Ayse y Mehmed en sus aposentos...

Hoy no fue la excepción...Mehmed estaba a su lado mientras ella lloraba desconsoladamente cerrando sus ojos con fuerza

–Mi amor, solo quiero que despiertes–la abraza fuerte– Estoy aquí, no me iré–besa su frente– 

Reyhan abrió sus ojos, su cuerpo estaba temblando de miedo y por su cuerpo bajaba un sudor frío–M-Mehmed–murmuró con un hilo de voz– 

–No digas nada–murmuró besando su cabello–

–Perdón–levanta su cabeza mirándolo con sus ojos llenos de lágrimas– Perdón–susurro– No quiero que pases esto conmigo...te estoy haciendo daño 

–No lo haré–coloca sus manos en sus mejillas– No te dejaré...aunque me pagaran todo el oro del mundo no lo haría

–Mehmed–murmuró sollozando–  

–¿No lo entiendes? Sin ti a mi lado, yo no me muero–coloca su cara en su cabello llorando– No me alejes por favor 

Reyhan enterró su cara en las sabanas reprimiendo las ganas de gritar, quería desahogarse de una vez por todas, ella realmente para los ojos del príncipe es una persona fuerte y una sobreviviente... 

Finalmente se quedó dormida en los brazos de Mehmed, el había roto otra regla, quedarse con ella en sus aposentos.

La mañana siguiente la Valide Ayse fue a los aposentos de su hija Hatice quien estaba bordando a primera hora que salga el sol, se sentó en un sillón mirándola sonriente  

–Hatice, ¿Que sucede hija?–preguntó preocupada– Eh notado que no eres tu misma últimamente–la mira– ¿Que te está afligiendo?

–Estoy bien–cortante– 

–Ven aquí hija mía–toma su brazo sentándose a su lado– Hace tiempo no hemos hablado por los problemas del harem–acaricia su mano– Muchas mujeres se vuelven viudas jóvenes, es su destino pero no es el final, debes olvidar tu dolor y pensar en tu futuro, la vida no espera, una mujer hermosa como tu es el sueño de muchos hombres–la mira dulce– ¿Por qué deberías vivir sola entonces?–pregunto– Tengo la esperanza de conocer tus hijos antes de morir

–Le prometí a Bayaceto leerle un cuento antes de dormir–cambia de tema–

–Esta bien pero piensa en lo que hablamos–suspira viendo como sale de los aposentos– 

La Sultana Mihrimah se levantó temprano, la vistieron con un vestido de color verde, aretes y collar del mismo color, caminaba por los pasillos y toco la puerta de los aposentos de Reyhan 

–¡Mehmed!–exclamó– Sé que estás ahí, ábreme la puerta  

–No hay nadie–respondió el príncipe, se regañó a sí mismo por responder–

–Maldito idiota, voy a entrar–sonrió, entró a los aposentos viendo a Reyhan durmiendo y Mehmed a su lado tapándose con las sábanas– ¿Por que te tapas?

–Por nada–respondió nervioso–

–¿Crees que soy tonta?–pregunto inocente– 

–No pero...

–Pero nada hermano, eres muy hormonal–lo interrumpe riendo– ¿Porque Reyhan duerme?

–No, no es lo que estás pensando–se sonroja– 

–¿Que estoy pensando?–preguntó juntando sus labios para no reírse– Oh, eres un pervertido 

–No, no lo soy 

–Si que lo eres–lo mira frunciendo su ceño– Ahora sale porque voy a despertarla para que vayamos a cabalgar 

–Es que yo lo quiero hacer

–Pues te aguantas–indignada– La tuviste para ti, ahora yo quiero conversar con ella–lo mira, toma su ropa tirandosela en la cara– Vete 

–No lo haré, soy un príncipe–hace un puchero– Me debes respeto 

–¿Respeto?–pregunta riendo– Respeto le tengo a nuestra madre–sonríe, lo levanta de la cama sacándolo de la habitación– Nadie puede contra mi 

Reyhan dormía plácidamente, no había escuchado la pelea de los hermanos y cuando abrió los ojos estaba su cuñada saludandola con la mano desde el sillón, se dio la vuelta cerrando sus ojos para volverse a dormir 

–Tiene la misma manía que Mehmed–toma un vaso con agua y se la tira a la cara– Buenos días solecito 

Reyhan despertó sobresaltada con el agua mirándola empapada– ¿Qué te pasa loca?

–Nada solo quería despertarte, estoy muy loca–ríe– 

–¿Así?–levantó su ceja–

–Si es el mejor método de despertar aunque para tu marido sirve demasiado

–¿Marido?

–Si considero que deberían casarse–sonríe– Quiero que estén juntos y que tengan a mis sobrinos que saldrán a ti porque eres hermosa–ansiosa–

–Estamos juntos

–Sería más formal

–¿Por qué me despertaste?

–Quiero cabalgar y por otra cosa que será un secreto...tienes que quedarte callada...

Feriha Sultán (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora