Capitulo 55

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Capitulo 55

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Capitulo 55

"La Sultana Hatice infeliz"


Los hombres siempre han creído que tienen el poder necesario para dominar el mundo y las mujeres tienen que seguir sus órdenes, pero están equivocados porque las mujeres son las que dominan el mundo, ellas son el mundo y son inteligentes al momento de actuar, el hombre cree que lo sabe todo cuando no sabe nada y no está preparado para lo que viene como Ibrahim Pasha  que tenía el gran apodo "el ingenuo", tiene dos mujeres a sus pies Nigar Kalfa y la Sultana Hatice pero lo que realmente tenía era un orgullo quebrantado...

La Sultana Hatice abrió sus ojos cuando el sol le dio en todo su rostro, se dio la vuelta buscando a su esposo, encontró el lado de la cama vacía como siempre y no se sorprendió, cuando ella decidió casarse con Ibrahim lo hacía por amor, aunque nunca se imaginó que en su matrimonio era tan infeliz, se levantó de su cama y se miró al espejo que tenía al frente, esa mañana despertó caliente y como no estarlo si el maldito de su esposo no cumplía sus deberes, toco sus pechos por arriba de su vestido cuando una doncella entro sin avisar a sus aposentos...

–¡Oh! –exclamo viéndola y cerró las puertas de sus aposentos rápidamente– Lo siento mi Sultana pensaba que necesitaba de mi ayuda para vestirla o lo que usted quiera–baja su cabeza– 

–No te preocupes–sonríe leve– Hoy iré a cabalgar junto a mi guardia y luego de eso quiero que le avises la señorita Firial que me prepare un baño privado

–Como usted diga mi Sultana–sonríe– ¿Necesita algo más de mí? 

–Si–muerde su labio– Necesito que me vista y quiero saber si mis pechos están grandes

–¿Q-Quiere que se los toque? –pregunto nerviosa–

–Claro–se acercó a ella lentamente y levanto su mentón– No muerdo además solo será una revisión–tomo sus manos y las puso en sus pechos– ¿Como los sientes? 

–Grandes...–trago grueso con nerviosismo y las apretó con fuerza–

–¡Oh! –gimió leve mordiendo su labio caminando al espejo y viéndose–

La doncella la miro sonriendo, sabía que la Sultana estaba excitada entonces se decidió a besar su cuello levemente bajando su vestido mientras que tocaba sus pechos

–Quiero más–gimió fuerte la Sultana Hatice y se dio vuelta para besarla para caminar con ella hacia la cama donde cayó suavemente, abrió sus piernas mostrando su interior– cómeme–toco sus pechos–

La joven estaba totalmente excitada, los aposentos eran fuego puro incluso parecía que estaban ardiendo juntas, su lengua paso por su coño lentamente mientras la Sultana soltaba fuertes gemidos y sus manos fueron a la cabeza de la chica empujándola más a su coño, así siguieron por unos minutos hasta que llegaron al ansiado orgasmo...Hatice la miro, su boca estaba manchada por sus jugos y sin más la beso salvajemente sin contenerse

–Desde ahora serás mi fiel doncella que me acompañara a todos lados–sonríe– Me hiciste correrme y ahora debes ayudarme a vestirme 

–Claro mi Sultana–sonríe y se levanta de la cama arreglando su ropa, ve a la Sultana tocar su coño– Mi Sultana esta excitada

–Estoy quemándome...–suspiro y mete un dedo en su boca para sacarlo lentamente– Quiero el vestido verde con dorado

–Está bien Mi Sultana–lo toma– Necesito que se levante–toma su mano levantándola y le pega en su trasero logrando sacar un gemido y le coloca el vestido– Estamos lista Sultana para salir a cabalgar 

 –Esto será muy divertido–sonríe y la besa mordiendo su labio para salir de los aposentos siendo seguida por ella–

El príncipe Mehmed durante la noche no había dormido nada debido que estaba cuidando a sus mayores amores la Sultana Reyhan y la Sultana Humasha, estaba atento por si dejaban de respirar en algún momento, su mayor temor es que ellas murieran, se levantó al escuchar unos golpes en la puerta de sus aposentos y abrió, se sorprendió al ver que era la cocinera 

–Buenos días mi príncipe–se reverencio– Traje su desayuno, supe que la Sultana Reyhan no quería comer, pero comerá porque les preparé dulces turcos para ustedes 

–Muchas Gracias–recibió la bandeja llena de comida– ¿Por qué la vino a dejar usted? 

–Mi príncipe, hoy es el día en que la Sultana Mahidevran junto a su hijo se van del palacio y ha estado muy silencioso todo, no quiero que mi comida este envenenada y me culpen por eso

–No se preocupe y gracias otra vez–sonríe y cierra las puertas encontrándose con Reyhan sentada en la cama mirándolo–  

–No tengo hambre, no comeré nada hasta que ella despierte–lo mira con sus brazos cruzados–

–Mi amor, tienes que comer–deja la bandeja en la mesa de al lado y camina hacia ella para agacharse, toma sus manos– Te lo estoy pidiendo como tu futuro esposo

–¿Qué? –lo miro confundida– ¿Me estas pidiendo que me case contigo? ¿Que sea tu Sultana?

–No mi amor, le estoy pidiendo casamiento a los muebles–bromea–

–No bromees Mehmed, me estas chantajeando para que coma–lo mira–pero no lo vas a lograr

–¿Tú crees que no? –la mira desafiándola– Bueno, tendré que casarme con un mueble y comerme las fresas yo solo 

–¿Tienes fresas? –lo miro haciendo un puchero–

–Te importan más las fresas antes que yo me vaya a casar con un mueble–bromea– 

–Mi amor las fresas son importantes para mi–sonríe leve y se levanta para comer una fresa– Aunque debemos hacer las cosas bien, paso por paso y lo primero es que mi pequeña despierte 

–Va a despertar, lose–la mira sonriendo leve–

–Madre...–murmura la pequeña entre sueños–

–Tal vez necesita a Esmehan–lo mira nerviosa– 

–No creo que la necesite, te tiene a ti

–Mehmed, yo no reemplazare a su madre y lo sabes 

–No estoy pidiendo que la reemplaces, solo que le des el amor que ella necesita y sé que tú se lo podrás dar, además una madre no es la de sangre si no la que cría

–Claro que se lo daré–sonríe leve– Simplemente la amo con todo mi corazón

–Yo las amo a los dos–sonríe–  

Feriha Sultán (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora