Dicen que nuestro destino esta escrito mucho antes de que naciéramos donde tenemos que enfrentarlo sin saber el precio de este, primero fui Isabella de Venecia, luego fui Reyhan Hatun, paso el tiempo donde me convertí en Kosem Sultán y finalmente me...
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Soy la Sultana del sol y la luna
La Sultana Mihrimah camina por los largos pasillos con Isabella a su lado se dirigen al harem a buscar a Nigar Kalfa para que la bañen y le otorguen unos aposentos cerca de la Sultana Hürrem.
–Isabella con lo que hiciste tendrás muchas víboras atrás de ti, esperando el momento perfecto para atacarte ¿lo entiendes? –dijo mirándola de reojo–. Entiendes como es este Palacio.
–Sultana no ha sido mi intención hacer lo que hice, solo fue en defensa propia–responde Isabella tímida suspirando–.
–Ojalá todas las personas de este Palacio te creyeran como yo lo hago–dijo con un tono dulce y la mira de reojo–. Isabella tienes que cuidarte, cuida lo que comes, lo que bebes, todo–detiene sus pasos–.
–Yo...–suspira–Me quiero ir de aquí mi sultana, no quiero estar aquí–toca su pecho deteniendo sus pasos y bajando su cabeza– Siento que en cualquier momento me mataran y no confió en nadie.
–Isabella he vivido y vivo aquí desde que tengo memoria, no confió en nadie excepto en mi Madre y mis fieles criados–muerde su labio–. No puedes irte de acá, si llegaras a escapar te acusarían de traición y eso significa la muerte–la mira–. Creo que lo mejor sería seguir aquí y levantarte para que no te vean débil–coloca su mano en su hombro–. Voy a ayudarte a ser una Sultana.
–En todo caso mi destino seria la muerte si escapo o no, esto es muy injusto–baja su cabeza y la levanta–. Creo que no me quedan opciones más que sobrevivir así que acepto su ayuda Sultana Mihmirah– sonríe leve–. Espero que sus consejos me lleven a ser una gran Sultana para el Imperio.
–Lo harás–dijo seria–. Confió en ti.
–Yo creo que no debería confiar tanto en mi porque yo no lo hago–suspira–.
–¿Qué te parece si hacemos un pacto? Seremos mejores amigas además tienes mí misma edad y te ayudare a ir camino a la grandeza–sonríe enganchando su brazo con el suyo comenzando a caminar junto a ella–
Isabella rio levemente–Me parece genial hacer ese pacto porque me vendría bien una amiga en este palacio–sonríe mirándola–. Prometamos que seremos mejores amigas para siempre–relame sus labios–. Por la garrita–levanta su dedo meñique–.
–Por la garrita– sonríe y engancha su dedo meñique con el de ella–.
– Ahora tenemos un verdadero pacto que no vamos a poder romper– dijo llegando al harem y entrando–,
– ¡Nigar Kalfa!–exclamó la Sultana Mihrimah mirándola–
–Mi Sultana–se acerca a ella haciendo una reverencia– ¿Desea algo?
