Dicen que nuestro destino esta escrito mucho antes de que naciéramos donde tenemos que enfrentarlo sin saber el precio de este, primero fui Isabella de Venecia, luego fui Reyhan Hatun, paso el tiempo donde me convertí en Kosem Sultán y finalmente me...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
58
"Esto debe ser un secreto"
La Sultana Mihmirahestaba paralizada no sabía que hacer, el jenízaro la miro fijamente y ella sin más se levantó rápido de su regazo acomodando su vestido–Debes meterte en ese armario–le dijo en un tono serio– Si mi madre te ve, te mandara a cortar la cabeza
–Lo entiendo Sultana...–se acomodó la ropa y se metió en el armario–
–Ya voy Madre–dijo la Sultana Mihmirah, acomodo su cabello y abrió las puertas de los aposentos– ¿Que Necesitas?
– ¿Por qué me dices que necesito? –pregunto mirándola– Eres mi hija acaso no puedo saber dónde estás o que estás haciendo
–Si lo puedes saber, pero no me dejas respirar ningún segundo–hace una mueca–
–Estas bromeando–rio leve– Te dejo todo el día sola acaso ahora no podemos pasar un momento agradable de Madre e Hija
–Justo ahora...–murmuro para sí misma apenada– Claro Madre–sonrió fingidamente y salió de los aposentos sin saber que había pasado con el jenízaro y si lo volvería a ver–
Pasaron tres días...El momento tan esperado había llegado, el Sultán y los príncipes debían ir a la guerra, algunos estaban felices porque el Imperio Otomano estaba tomando fuerza y otros como las Sultanas estaban en plena agonía porque jamás se sabe si llegaran vivos o muertos. Cada vez que el Sultán se va hay una guerra dentro del palacio Topaki hay otra, las Sultanas se pelean con dientes y garras iguales a los animales, es un completo infierno que Kosem sabrá como es en carne y hueso...
El día estaba comenzando, el sol salía radiante entre las colinas, todo parecía muy tranquilo hasta que la Sultana Kosem se levantó rápido de la cama, su mano estaba en su boca y busco una cubeta para vomitar, pero no la encontraba hasta que vio un jarro con flores, las saco y vomito en ella, se limpió la boca...
–Cariño, ¿Que ocurre? –Pregunto Mehmed preocupado–
–Creo que me enferme, algo me sentó mal en el estómago o simplemente estoy nerviosa porque te vas–respondió con sus ojos llorosos, no le gustaba para nada vomitar–
– Cariño, vamos a ver a la Doctora, no es normal que estes en estas condiciones–acaricia su mejilla–
–Mehmed estoy bien, ya se me pasara–sonrió triste– No quiero que te vayas...Tengo un presentimiento de que algo pasara
–Mi amor, nada me pasara porque tengo un motivo por el cual regresar–sonrió– Eres tú–la besa siendo correspondido– Tus besos tienen sabor a vomito
–Recién vomite Idiota–ríe–No puede ser...–toma la jarra y vomita otra vez–
–Vamos donde la Doctora–insiste–
–No quiero ir, estoy bien–sonrió leve, limpiándose la boca, estaba pálida– Debemos vestirnos para ir a desayunar junto con la familia
–Si con la familia–dice sarcástico– Me caen todos mal
–Eso es mentira–ríe leve– Solo te caen mal Mustafá y Mahidevran
–Y pronto me caerán mal toda su decendencia–bromea– ¿Te imaginas que tenga un hijo que se llame igual a mí?
–No, no me lo imagino, aunque si llega a pasar eso sabremos que en la relación manda su esposa–ríe–
–Claro–ríe– Y en nuestra relación mando yo
La Sultana Kosem dejo de reírse para mirarlo fijamente–¿Tu mandas? ¿Estás seguro? –sonríe leve– Porque yo creo que no
–Claro que lo hago–la mira–
–Mentiroso, mejor tráeme unas fresas que se me antojaron–lo miro haciendo un puchero–
–A su ordenes mi Sultana–salió de los aposentos riendo enamorado–
–Seguro que él no manda–ríe Kosem–
La Sultana Mahidevran entraba al palacio Topaki otra vez dispuesta a tomar su lugar como primera esposa del Sultán junto a ella estaba Esfun la concubina del príncipe Mustafá que con ansias esperaba quedar embarazada del príncipe para poder ponerlo en el trono, ella era ambición absoluta solamente que todavía no mostraba su verdadera cara
–Esto es una deshora, nadie viene a recibirnos como nos merecemos–dijo la Sultana Mahidevran enojada–
–Suegra...–suspiro– Tal vez se le olvido que veníamos
–¿Como se les va a olvidar? Ni que fueran tan estúpidos–apretó sus dientes hasta que vio a Sumbul Aga caminando– Sumbul–lo llama–
–Por Alah–suspiro– ¿Que mal abre hecho para que me toquen estas cosas? –camina hacia ella, se reverencia– Dígame Sultana
–Mis aposentos supongo que están listos–se cruzó de brazos–
–Listos de veneno están...–murmuro bajo para que no lo escucharan– No Sultana, nadie nos avisó que vendría además estas cosas se le avisa a la señorita Firial, a mí no me corresponde
–¿Y por qué tu no los haces Sumbul Aga?
–Porque es mi compañero Mahidevran–dijo la Sultana Hurrem desde el balcón– Me debe lealtad a mí, a la Sultana Mihmirah y a la Sultana Kosem
–¿Sultana Kosem?–pregunto confundida– ¿Quién es? ¿Acaso la conozco?
–Claro que la conoces y muy bien–sonrio– Es la Sultana a quien humillaste, antes era Reyhan ahora es Kosem
–No puede ser–murmuro–
–Ahora, si me disculpas debemos ir a comer como una gran familia–dijo la Sultana Hurrem sarcastica– Eso si, sin la concubina, ella no pertenece aqui
–Claro que pertenece, sera la futura mujer de mi hijo
–Cuando deje de gemir el nombre de mi nuera, te creere–sin mas se fue dejandola con la palabra en la boca–
–Es una vibora...
Todos estaban sentados en la mesa, dispuestos para comer pero faltaban los mas importante el principe Mehmed y la Sultana Kosem
–Disculpen la demora...–dijo Mehmed entrando de la mano junto a Kosem–
–No se preocupen–dijo el Sultan– A comer...
La Sultana Kosem miro su plato que era carne con verduras, apenas probo la carne, las ganas de vomitar aumentaron
–Hija, ¿Que pasa?–Pregunto la Sultana Hurrem preocupada– ¿Por que no comes?
–Es que siento un poco de nauseas–respiro nerviosa– C-Creo–los miro y vio todo borroso– m-me–se levanta con dificultad, camina unos pasos y se desmaya–
–¡Kosem!–exclamo el principe Mehmed asustado, se levanto rapido y la toma en sus brazos– Una Doctora...–la lleva a sus aposentos y la deja en la cama–
La doctora entro apresurada, les hizo los examenes correspondientes y salio de los aposentos–Solo fue una baja de presion, nada de que preocuparse
–¿Puedo verla?
–Claro que si–el principe entro–
La Doctora se acerca a la Sultana Hurrem y le murmura: Esta embarazada