A L I N A
Al final, todos se quedaron, incluso Zoya, aunque no dejó de quejarse durante todo el camino a Dva Stolba.
Habían acordado dividirse en dos grupos. Dakarai, Tamar, Nadia y Adrik viajarían con David, Genya y Misha, y buscarían alojamiento en uno de los asentamientos en el extremo sureste del valle. Genya tendría que mantener el rostro oculto, pero no parecía que le importara. Se rodeó la cabeza con el chal y declaró:
—Seré una mujer misteriosa.
Alina le pidió que no fuera demasiado enigmática.
Dakarai sacó dinero de algún lugar entre su camisa y se los ofreció, preocupado de que no tuvieran suficiente, incluso parecía nervioso de que ellos se fueran, Alina se preguntaba dónde se guardaba tanto dinero. Se aseguró de que el grupo de Alina llevara suficiente alimento e hizo revisión de todo lo que llevaban tres veces antes de alejarse y quedarse viendo a algún punto con las manos en las caderas.
Mal y Alina viajarían a las Sikurzoi con Zoya, Harshaw y Tolya. Dado que estaban muy cerca de la frontera, sabían que quizás se enfrentarían a una presencia militar mayor, pero esperaban poder mezclarse con los refugiados que trataban de atravesar las Sikurzoi antes de que llegaran las primeras nevadas.
Si no volvían de las montañas en dos semanas, Tamar se encontraría con las fuerzas que el Apparat pudiera enviar a Caryeva. A Alina no le gustaba la idea de reenviarlos solos a Tamar, a Nadia y a Dakarai, pero Mal y ella no podían dividir más el grupo. Sabían que los saqueadores shu mataban viajeros ravkanos cerca de la frontera, y querían estar preparados para cualquier problema.
Tamar al menos conocía a los Soldat Sol, y trató de tranquilizarla pensando que tanto ella como Nadia y Dakarai eran luchadores experimentados. Incluso Dakarai se le acercó y le aseguró que estarían bien, que él haría lo que fuera necesario, estaba claro que por más alejado que se había mantenido de todos a lo largo de los meses, ya les había tomado cariño. Además, él se encargaría de averiguar el paradero de Anastasia, firme de que ella seguía con vida. Alina se anclaba de la esperanza de Dakarai.
Alina tampoco sabía muy bien qué iba a hacer con los soldados que aparecieran, pero ya habían enviado el mensaje, y tenía que creer que ya se les ocurriría algo. Tal vez para ese momento ella ya tendría al pájaro de fuego y el comienzo de un plan. Aunque Alina ya no quería pensar con tanta antelación, cada vez que lo hacía, el pánico la inundaba. Era como volver a estar bajo tierra y sin aire, esperando a que el mundo se desmoronara a su alrededor.
Su equipo salió al amanecer, y dejaron a los demás durmiendo bajo la sombra del saliente. Dakarai se levantó temprano y fue a despedirlos. Misha era otro que estaba despierto, observándolos con ojos acusatorios mientras lanzaba piedrecillas al lateral de la Garcilla.
—Ven aquí —dijo Mal, haciéndole un gesto. Alina creyó que Misha no iba a moverse, pero entonces se acercó a ambos arrastrando los pies, con la barbilla en alto en una expresión enfurruñada—. ¿Tienes el broche que te dio Alina? —el chico asintió una vez—. Ya sabes lo que significa eso, ¿verdad? Eres un soldado. Los soldados no siempre van a donde quieren, sino donde los necesitan.
—Lo que pasa es que no quieren que vaya con ustedes.
—No, te necesitamos aquí para ocuparte de los demás. Sabes que David es un caso perdido, y Adrik va a necesitar ayuda, aunque no quiera admitirlo. Tendrás que tener cuidado con él, y ayudarlo sin que sepa que lo estás ayudando. ¿Puedes hacerlo? —Misha se encogió de hombros—. Necesitamos que cuides de ellos al igual que cuidabas de Baghra.
—Pero yo no cuidaba de ella.
—Sí que lo hacías. La vigilabas, hacías que se sintiera cómoda, y la dejabas tranquila cuando necesitaba que lo hicieras. Hacías lo que tenías que hacer aunque te hiciera daño; eso es lo que hacen los soldados.
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Hasta que los Mares Sean Polvo || Nikolai Lantsov
Hayran KurguAnastasia ha reconstruido su vida una y otra vez. Fue elegida por la Creación del Corazón del Mundo para pelear y ayudar a mantener el equilibrio. Es su deber involucrarse en una guerra que no es suya y asegurarse que se termine, aún si eso le cuest...