Sankta

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A L I N A

Los Soldat Sol habían estado vitoreando, estaban llorando, riendo, eufóricos en su triunfo, y hacían tanto ruido que casi no lo había escuchado, casi se lo pierde: un sonido suave y áspero, frágil, imposible. Trató de mantenerla a raya, pero la esperanza la atacó con fuerza, un anhelo tan intenso que sabía que la rompería si terminaba.

Tamar sollozó. Tolya soltó un juramento. Y ahí estaba otra vez: el sonido débil y milagroso de Mal tomando aliento.











Los sacaron de la Sombra en uno de los esquifes del Oscuro. Zoya se apropió del maltrecho barco de cristal dando órdenes sin esfuerzo, y mantuvo distraídos a los curiosos Soldat Sol mientras Tolya y Tamar los llevaban a cubierta, ocultos bajo pesados abrigos y keftas plegadas. El cuerpo del Oscuro estaba envuelto en la túnica azul de uno de sus Inferni caídos. Ella le había hecho una promesa, y tenía intención de mantenerla.

Los Vendavales: Zoya, Nadia y Adrik, todos ellos vivos y tan en una pieza como habían estado al principio de la batalla, llenaron las velas negras y los llevaron sobre la arena negra con tanta rapidez como permitía su poder.

Alina se quedó tumbada junto a Mal, que seguía sintiendo un dolor terrible, perdiendo y recuperando la consciencia continuamente. Tolya siguió trabajando con él, comprobando su pulso y su respiración. Cerca de ellos estaba Anastasia, aovillada sobre Dakarai, dormida o desmayada, mientras él trabajaba en sus heridas.

En algún lugar del esquife Alina escuchó a Nikolai hablando, con la voz ronca y dañada por aquella oscuridad que lo había poseído. Ella quería ir con él, ver su cara, asegurarse de que se encontraba bien. Debía de tener huesos rotos a causa de la caída. Pero Alina misma había perdido mucha sangre y notó cómo su mente agotada se desvanecía, deseosa de olvidar. Mientras sus ojos comenzaban a cerrarse, le tomó la mano a Tolya.

—He muerto aquí. ¿Lo entiendes? —Frunció el ceño. Pensaba que ella estaba delirando, pero necesitaba que la escuchara—. Este ha sido mi martirio, Tolya. He muerto aquí hoy.

—Sankta Alina —dijo con suavidad, y le besó los nudillos en un gesto elegante, como un caballero en un baile. Rezo a todos los Santos reales para que lo comprendieran.












Al final, los amigos de Alina hicieron un buen trabajo con su muerte, y un trabajo incluso mejor con la resurrección de Nikolai.

Los llevaron de vuelta a Tomikyana y los ocultaron en el granero, escondidos tras las prensas de sidra por si acaso regresaban los Soldat Sol. Limpiaron a Nikolai, le cortaron el pelo, y lo alimentaron con té azucarado y pan rancio. Genya encontró incluso un uniforme del Primer Ejército para él. En cuestión de horas salió en dirección a Kribirsk, flanqueado por los mellizos, junto a Nadia, Zoya y Anastasia, que usaba una kefta azul que ella había cubierto con escarcha en los tejidos, con Dakarai detrás de ella; Nadia y Zoya, vestidas con keftas azules robadas a los muertos.

Dakarai estaba a punto de no dejarla ir. Anastasia estaba cansada y se cayó dos veces antes de poder pararse. Pero después de que, bajo su orden, le arrogaran una cubeta de agua fría, tomara un largo trago de sidra, y Genya la arreglara, su espalda estaba nuevamente derecha y su mentón alzado. Aunque sus ojos estaban ausentes. Pero estaba lista para acompañar a Nikolai. Dijo que no podía fingir su muerte. Que sus antepasadas no creían que fuera lo correcto para ella.

La historia que habían inventado para Nikolai era simple: el Oscuro lo había mantenido prisionero y tenía intención de ejecutarlo en la Sombra, pero Nikolai había escapado junto a Anastasia y, con la ayuda de la Invocadora del Sol, habían logrado derrotar al Oscuro. Pocas personas conocían la verdad de lo que había ocurrido. La batalla había sido confusa y violenta y había transcurrido en una oscuridad casi total, y sospechaban que los Grisha y los oprichniki del Oscuro estarían demasiado ocupados huyendo o suplicando el perdón real como para negar esa nueva versión de los hechos. Era una buena historia, con un final trágico: la Invocadora del Sol había sacrificado su vida para salvar Ravka y a su nuevo Rey.

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⏰ Última actualización: Nov 14, 2024 ⏰

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Hasta que los Mares Sean Polvo || Nikolai Lantsov Donde viven las historias. Descúbrelo ahora