XII. Dante y Adrián

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—"El amor llamará a tu puerta".

Nunca nadie dijo.

El amor no sería tan sofisticado como para llamar, él llega sin avisar y sin ser invitado, llega y te desordena todo. Y no fue la excepción con ellos.

La verdad es que nadie esperaba este plot twist, no es que nadie supiera que los dos son gais, lo que nadie sabía era que los dos se terminarían enamorando. Ni Fátima ni Camila. Fue una completa (y grata) sorpresa para todos.

Primero Dante habló con sus primos; los invitó a comer a su departamento y mientras los dos probaban la lasaña les soltó la noticia como si nada.

—Le pedí a Adrián que fuera mi novio —los dos lo miraron —, y dijo que sí.

Resulta ser que desde que crearon el grupo de Whatsapp del Diamond Team, Adrián y Dante no habían dejado de hablar en privado, y no pasó una semana antes de que ellos igual comenzarán a salir, y una cosa lleva a la otra, ya sabes.

—Lamento decirte esto cuando ya has terminado con Cristina —se disculpó.

—La verdad no creo que Antonio esté muy dolido. Espera, ¿desde cuando eres novio de Adrián?

—Am, desde noviembre.

—Se lo tenía muy guardado ¡¿Cómo fue que no me di cuenta?!

—No soy tan obvio como otros.

.

Marco invitó a todos a su departamento, con la excusa de celebrar año nuevo (sólo que en 29 de diciembre, porque después todos estarían con sus familias). Creo que a nadie le sorprendería que fuese Renata la primera en llegar, aunque su aspecto era desagradable, su cabello era un desastre, tenía puesto uno de sus uniformes de básquet que estaba muy sucio y olía a sudor.

—Que bonita casa —le dijo una vez que entro.

—Qué bonita mochila.

—Ya sé, no me tienes que decir que me veo horrible. Pero agradece que en esta bonita mochila traigo todo el truco de magia de Cenicienta.

—¿Quieres bañarte?

—¿Qué? No, ¿cómo crees? Sólo voy a cambiarme.

—Reni, sé que no te gustan las mentiras, entonces te voy a decir una verdad: hueles horrible, y ni con todo el perfume y desodorante del mundo vas a dejar de apestar. Así que por el bien tuyo y de todas las personas que vamos a cenar aquí esta noche: báñate.

—¿No te molesta?

—En absoluto. Ven —la acompañó a su cuarto en donde estaba el baño con regadera —; Cristina dejo algunas cosas suyas como su shampoo aclarador y su acondicionador para cabello rubio, dudo mucho que te pase algo malo por usarlo, cámbiate donde quieras, de todas formas no voy a entrar al cuarto a menos que tu salgas antes.

Media hora después Reni ya estaba bañada y con un vestido corto de color rosa de satén.

—La verdad no tenía ni idea de que ponerme, no sé como se visten las personas de clase como tú para estas cosas.

En ese momento le paso algo a Marco, algo que según me cuenta él, era inexplicable; cuando Reni entró en la cocina donde él estaba cuidando el horno por el pan que estaba horneando, al voltear a verla le dieron unas ganas tremendas de acariciarle las mejillas y besarla. Casi en cuanto se dio cuenta de ese sentimiento apartó la mirada para concentrarse en lo que había en el horno.

—Muy bien podrías haberte quedado con lo que traías puesto —y la verdad lo habría preferido, ya que así se miraba demasiado hermosa.

—¡Tú fuiste el que me mandó a bañar!

XIV años lejos de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora