Bianca.¿Por qué se empeñaban en casarme?
No lo entendía. Primero con el don de Italia y como ese matrimonio nunca se cumplió, ahora mi madre había trazado un plan para casarme con un príncipe de Marruecos. ¡Un príncipe! Era impresionante, siempre quisieron llevar los hilos de mi destino.
Pero, no sabían que la bestia que habitaba en mi interior era imposible de encadenar.
Asim Hassam me había trasladado a una suite de su palacio, cerca de su dormitorio. No solo estaba encerrada en un lugar que comenzaba a detestar, sino que también debía prepararme para una boda fuera de mis costumbres y de mi aceptación.
Qué maravillosa jugada de mi madre. Qué pena que ella seguramente estaba muerta.
—Señorita, no se mueva o le pincharé. El vestido está quedando precioso, el color blanco le sienta muy bien y la tiara de piedras preciosas está quedando asombrosa —comunicó la modista real.
Rodeé los ojos y esperé un poco más. Después de siete vestidos, por fin había terminado conmigo. ¡Genial, ahora tenía ocho vestidos que me quedarían de maravilla en la boda! Pero que mierda me importaba a mi si quedaban bien, estaba harta de estar allí.
—¿Se encuentra bien? —preguntó ella, guardando los vestidos en mi armario privado.
—Así es.
—Es que sus ojos están llorosos y rojos. Supongo que es por la emoción del enlace, oh, señorita, usted será la primera mujer del príncipe —explicó muy ilusionada con el típico acento de aquí.
Yo en cambio, solo me sentía mal.
Mi cuerpo estaba ahogado, mis ojos escocían por llorar en la noche. Y mi corazón, se llevó el golpe más brutal, estaba segura de que no podía unir de nuevo las piezas rotas. ¡Si tan solo no me hubiera encariñado de su toque, de sus palabras, de su olor! ¡Todo estaría bien!
Si hubiera cumplido mi venganza.
No estaría en pedazos.
La mujer se fue, me dejó sola con mi dolor. No aguanté más mis lágrimas, me hundí en la cama con un nudo en mi garganta que me ardía. Mi llanto fue silencioso, apagado, sin fuerza. No conté las horas, cuando me cansé de llorar solo me dormí hasta el próximo día.
Añorando la muerte.
Vivir así no era vivir.
No me casaría con un príncipe, no me casaría con nadie.
Esa gente no sabía cómo era Bianca Lamberdy.
🖤
¿Ahora qué Giovanni estaba muerto qué pasaría con Priscilla?
Ella aún seguía en el hospital psiquiátrico en Roma. Tenía un hijo de Giovanni Lobo, lo que significa que aquellos que lo mataron también podían hacerle daño a ella y al bebé. Supongo que iría a por ella cuando todo esto terminara. Porque iba a terminar, con toda la familia Hassan envenenada y todos sus amigos.
Qué masacre tan dulce.
Hasta me imaginaba los titulares de los periódicos y no sabéis qué sensación más placentera.
No se podría decir que estaba secuestrada, podía moverme siempre y cuando hubiera guardaespaldas en mi paseo por los jardines del palacio. Estaban repletos de plantas exóticas, árboles majestuosos, palmeras y un camino de azulejos que llevaba siempre a una fuente central.
El calor me sofocaba, así que cuando estuve unas horas fuera volví dentro. Casi me choco con una empleada, que venía tan deprisa como si él mismo diablo le hubiera tocado.
ESTÁS LEYENDO
Reyes de la Mafia ©
Ficción General«El peligro siempre será lo más tentador». . . . Créditos correspondientes a la imagenes de la portada, fueron sacadas de Pinterest. Historia original, prohibida la copia o adaptación.