Este capítulo contiene escenas de violencia explícita. Si eres sensible a estos temas, sáltate la escena y sigue leyendo.
Bianca.
¡Maldita rusos y todos sus antepasados!
¡Maldito Giovanni que se consumiría en las llamas del infierno sin mí!
Desperté en medio de un colchón ponzoñoso, las paredes negras dejaban todo en una oscuridad que me erizaba los pelos de la nuca. Todo en este lugar era siniestro, oscuro y oloroso. Olía a moho, a sangre, y a muerte. La habitación era como una celda, pasé dos días sin decir palabra, me habían encerrado como a un perro.
La comida nunca me faltó, me alimentaron bien, no iba a despreciar la oportunidad de nutrirme por muy peligroso que fuera lo que habían echado en esa comida. Y cuando obtuve energía pataleé la puerta blindada sin mucho éxito.
Los gritos de personas se filtraban por las paredes. Deslicé el colchón a una esquina solitaria, donde la luminosidad de la única luz que había no enfocaba la cámara de seguridad que había en el techo. No me había bañado en días, mi aliento tenía que oler a mierda y ya estaba apareciendo mugre en mis piernas y brazos. Otro gruñido de dolor me sobresaltó.
Y supe que estaban torturando a muchas personas.
Lo que no sabía que la próxima de ellas sería yo.
La puerta blindada se abrió, emergió un hombre robusto. Parecía el típico mafioso grande y peligroso, pero ni siquiera me miro cuando me alcanzó y me empujó hacia afuera.
—¿Dónde me llevas, malnacido? —escupí, zafándome de su agarre.
En ese mismo momento, otro de su igual complexión física hizo lo mismo que él y me llevaron hacia donde no sabía a rastras.
—Ty sobirayesh'sya uvidet' korolevu (Ты собираешься увидеть королеву) —murmuró uno de ellos.
—¡No habló tacataca!
El frío suelo de ese lugar caló en mis huesos. Dentro de esa casi prisión se estaba bien, pero afuera ya era otra cosa. Oleadas de brisas heladas quedaban tu cuerpo entumido. No cerré los ojos, ni por el frío ni por el dolor, quería estar consciente de todo el recorrido. No iba a dejar que me mataran.
Caí en una trampa.
Ahora les tocaba a mis enemigos caer en la mía.
Respiré muy hondo, el aire gélido casi daña mis pulmones cuando me subieron arriba. Las escaleras estaban tan maltratadas, que tuve miedo de que a mis pies se les añadiera más rasguños. En el exterior todo era blanco, el jardín estaba envuelvo en una fina capa de nieve. Y tosí.
Jodido todo, estaba helada. Aquel clima era como el de un congelador a toda potencia.
Volvieron a jalarme hacia dentro, ¿qué mierda esa esa vivienda? Parecía una mansión, pero por dentro todo estaba decorado de época antigua, parecía un castillo. Observé durante el recorrido todos los cuadros de los que serían sus antiguos habitantes, todos eran rubios, sus ropas eran viejas, y casi en todas las épocas había una familia. Aquello me sorprendió, los pasillos estaban repletos de fotos, algunas rotas por el rostro y otras con todos los integrantes.
Cuando me di cuenta, estaban de rodillas en una enorme sala y frente a unas enormes escaleras que daban a un piso superior. Arriba del todo, una figura femenina me daba la espalda. Esto parecía un palacio, suspiré cansada, las escaleras eran tan altas que no podía ver bien a aquella mujer, pero sabía que ella era la que estaba detrás de todo lo sucedido.
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Reyes de la Mafia ©
Fiksi Umum«El peligro siempre será lo más tentador». . . . Créditos correspondientes a la imagenes de la portada, fueron sacadas de Pinterest. Historia original, prohibida la copia o adaptación.