Los Mellizos Peverell Black

Capitulo 25.

☆Capítulo dedicado a marilol12345 ☆

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7 De Abril de 1996.
Terrenos de Hogwarts.

Narra Ariadna:

La primavera ya había llegado. Era de noche, el aire estaba fresco y el cielo lleno de estrellas. Cuando decidió escabullirse con la capa de invisibilidad y salir del castillo, admitió que no era la mejor idea que había tenido, pero al sentir el viento y ver las estrellas supo que valió la pena.

Miro a lo lejos el bosque prohibido, no había ido ni una sola vez desde que llegó a Hogwarts. Pero era de noche, estaba sola y en el bosque podría haber criaturas peligrosas... No pudo evitar sonreír y procedió a levantarse del cesped en el que estaba sentada ¿Qué podría salir mal?

De un salto de transformó en su forma animaga, una loba huargo. Corrió y corrió hacía el bosque, en ese momento se sentía libre... se detuvo de golpe al escuchar un fuerte grito, Hagrid, nunca había cruzado palabra con el hombre fuera de una reunión de la orden o de una clase, el estaba parado tan solo a unos metros suyos. Había olvidado que el tenía una cabaña cerca del bosque.

El hombre se recompuso rápidamente. Supuso que el correría o intentaría retroceder lentamente, pues en ese momento media casi dos metros de alto y tenía una buena fila de dientes afilados, pero para su sorpresa el no huyó.

Hagrid: Tranquilo, tranquilo- le dijo al gran lobo parado a unos metros, mientras se acercaba lentamente. No recordaba haber visto lobos huargo en el bosque.

El hombre se acercó, no olía precisamente bien, hizo ademán de morderlo cuando el intento tocarla.

Hagrid: Tranquilo, amigo, no quiero hacerte daño- dijo levantando las manos para mostrar que no quería lastimarlo- ¿Tienes nombre?

Volvió a gruñir mostrando los dientes. Su plan era correr por el bosque, no entretener a alguien.

Hagrid: Voy a tomar eso como un no...mmm... te llamaré Snow, porque tu pelaje es blanco como la nieve.

Admitió que el nombre no estaba mal, pero no iba a quedarse ahí. Sin más, rodeó al gran hombre y corrió hacía el bosque, llegó a escuchar a Hagrid gritar algo pero lo ignoro completamente.

Cuando se transformaba en su forma animaga, detestaba profundamente estar con personas, en especial si esas personas eran ruidosas, ya que su oído se volvía muy sensible y su humor irritable.

Una vez en el bosque corrió divertida entre los árboles; las ramas crujían, el aire zumbaba y en algún lugar un ave picoteaba un árbol. Disfrutó del sonido de sus propias pisadas y de la adrenalina que sentía cada vez que corría así, sus sentidos se agudizaban al nivel que podía escuchar su corazón latir y podía oler....,se detuvo al sentir un aroma familiar, dio vueltas olfateando y dejó que ese aroma la guiara.