Capítulo 42.

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8 De Julio de 1993.
Mansión Peverell.

Ash:

No sentia exactamente del mejor humor esa tarde. Tampoco se sentía de buen humor cuando tuvo que ir a encargarse de sus asuntos, pero si no lo hacía y muertos vivientes comenzaban a caminar por ahí habría muchos problemas.

Nunca antes se había sentido fastidiado por tener que cumplir con su deber, aunque antes para hacerlo no tenía que alejarse de Ariadna. Porque ella no existía en ese entonces, se recordó.

Mal humor o no, ya estaba de regreso en la mansión Peverell. Buscando a su Ana para informarle que estaba de regreso, aunque solo habían pasado ocho días, aún así los había sentido como más. No pudo evitar preguntarse si ella lo extrañó en ese tiempo, si estaría feliz de volver a verlo, cuanto rogaba porque así fuera. Sabia que el mismo estaba ansioso de volver a verla, sabía que la había extrañado a más no poder, incluso consiguió algunos textos antiguos y una caja de sus chocolates favoritos para regalarselos.

La busco en su cuarto, no estaba allí. En la sala, tampoco. Cocina, no. Bosque, tampoco tuvo suerte allí. Acantilado, creyó que esa sería, pero no. Cuarto de Alex, no. Mannor Malfoy, comenzó a asustarse cuando buscó por diferentes lugares de esa mansión y tampoco la hayo allí. Finalmente regresando a la mansión Peverell busco en la biblioteca, no encontró a quien buscaba, pero si a alguien que sabría.

Dejo los libros y chocolates sobre una mesa del lugar con un sonoro golpe, haciendo que Alexander levantara la vista, primero asustado, luego fastidiado. Sabía que el chico desconfiaba de él y que no le agradaba mucho, pero no era su opinión la que le importaba.

Ash: ¿Dónde está Ariadna?- inquirió sin dar vueltas. En otras circunstancias habría procurado ser amable, pero su humor no era el indicado, y no encontraba a Ariadna.

Alex: Ustedes son quienes tiene un trato ¿Eso no te hace saber dónde está en todo momento?

Ash: No funciona así- explico con la mandíbula tensa.

Alex: Oh, interesante saberlo- murmuró con curiosidad, antes de devolver la vista a su libros.

Ash: ¿Sabes dónde está ella o no?- inquirió evitando dejarse fastidiar por el mocoso de trece años.

Alex: En la playa, fue a nadar- respondió indiferente sin levantar la mirada.

Fue como un golpe en su pecho.

Ash: ¿Qué dijiste?- titubeó abriendo mucho los ojos.

Alex: Dije. Que. Esta. Nadando. En. La. Playa- respondió remarcando palabra por palabra y dejando espacios entre estas.

Los Mellizos Peverell BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora