Capítulo 38.

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☆Capítulo dedicado a Madhe_m
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31 De Junio De 1993.
Terrenos Peverell.

Ariadna:

Estaba recostada en el acantilado, la tierra estaba algo húmeda, pero no le importaba. El aroma era exquisito y la vista igual.

Una duda la carcomia hace semanas, tal vez meses. Creyó que si no lograba responderla pronto acabaría obsesionandose con hacerlo, si siquiera tuviera con quien hablarlo. Pero no podía decírselo a Lex, porque no confiaba en que mantuviera la calma ya de por si llevaba poco más de un año acultandole otra cosa para que estuviera en una calma ignorancia durante todo el tiempo posible.

Tampoco podía hablarlo con Ash que se había vuelto incluso un confidente en el último año, pero no podía decirle sobre lo mucho que desconfiaba de él últimamente, aunque en realidad lo comenzó a hacer hace muchos meses. Nunca había confiado completamente en el platinado, no era tan ilusa como para hacerlo, pero tampoco había sido extremadamente desconfiada. Él la ayudaba en muchas cosas, escuchaba atentamente y no creyo que tuviera razones ocultas en un principio, pero se había cansado de fingir que no notaba muchas cosas.

Estaba cansada de fingir no notar cuando el platinado decía cosas sobre ella que era imposible que supiera, ya que se trataba de cosas de antes de hacer el trato. Pero antes el había dicho que vigilaba de cerca a los Peverell, así que intento convencerse de que se trataba de eso, ya había mencionado su parecido con un gato que vio muchas veces en el bosque y él solo había reído nervioso.

Notaba sus extrañas advertencias sobre cosas tan simples como nadar e incluso cosas tal vez más peligrosas pero que siempre había hecho como estar afuera cuando las nubes empezaban a formarse, aunque solía regresar resignada por cuenta propia cuando la lluvia empezaba a caer.

Cuando mencionaba sus planes e ideales lo veía sonreír y prestar atención. Cuando hablaba de lograr cosas grandes algún día y hacer un cambio, lo escuchaba murmurar por lo bajo "Estoy seguro que lo harás", "Así sera" y no con algún tipo de burla, sino como si en verdad lo creyera ¿Porqué parecía estar seguro de que ella algún día lograría cosas grandes siendo que en unos años estaría muerta? Cinco años, ese había sido el trato.

Habían hecho el trato ya que él necesitaba encargarse de asuntos en la tierra, pero pasaba más tiempo a su lado y era muy rara la ocasión en la que en realidad se iba, es más podía contarlas con una mano. Incluso lo notaba muy preocupado por ella, desde cosas pequeñas como recordarle ponerse un abrigo cuando hacía frío o despertarla de una pesadilla a cosas más personales como ofrecerle palabras de consuelo en el aniversario de la muerte de su madre y maldición le había llevado una carta a su bisabuelo, la había llevado a ella allí y la había ayudado a cambiar todo en ese lugar para hacerlo lo más cómodo posible ¿Por qué se molestaba en hacer todas esas cosas?

Ya no podía evitar todas esas preguntas que se habían acumulado en el último año, sabía que era imposible llegar a la verdad por cuenta propia e incluso tal vez con ayuda seguía siendo casi imposible. Solo el platinado podría responderle todas esas cuestiones, pero ni siquiera así tenía garantía de que él dijera la verdad...

Penso y pensó en eso mientras las nubes se ponían cada vez más oscuras y relámpagos las iluminaban repentinamente con musicales estruendos. Las primeras gotas de lluvia ya caían sobre ella cuando llego a la conclusión de que no era una cobarde y de que tarde o temprano terminaría haciéndole todas esas preguntas a Ash, mejor temprano ¿No?

Los Mellizos Peverell BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora