Los Mellizos Peverell Black

Capitulo 30.

☆Capítulo dedicado a RB-Arroyo ☆

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20 de julio de 1992.
Mansión Perevell.

Narra Alexander:
Hace once días su hermana se había recuperado milagrosamente de su enfermedad o al menos todos dijeron que fue una especie de milagro. Obviamente estuvo más que feliz cuando su tía le dijo que Ariadna estaba perfecta y lo celebró al igual que todos.

Pero hace diez días ella le había dicho que en realidad no se había recuperado por un milagro, aunque si por obra de un dios. Ana le dijo que había hecho un trato con la muerte, que le perdonó la vida a cambio de ser una especie de ancla durante un tiempo indefinido. Luego está le había presentado a la muerte. Este pasaría bastante tiempo cerca de Ana y por consecuencia cerca suyo, según le había explicado no todos podrían verlo, solo los que el quisiera, por lo que no tenían que preocuparse en explicarle a sus tíos toda la cuestión del trato.

Ahora estaba en la biblioteca observando a la muerte en persona, al que le gustaba hacerse llamar "Ash". El estaba sentado en un sillón, que no sabía de dónde había sacado, comiendo fresas pacíficamente. ¿¡Se suponía que leyera tranquilo cuando la muerte encarnada estaba a un par de metros!? Ana parecía no tener problemas con este, ella si leía tranquila.

Ash: Hace tanto que no comía de estas- murmuró saboreando las jugosas fresas- Son deliciosas.

Ana: Son mejores con chocolate- dijo sin levantar la vista de su libro.

Lex: Y con helado- agregó.

Ash titubeó, luego tomó el tazón con fresas y lo giro hacía abajo y arriba. Penso que las fresas caerían al suelo, pero no. Sino que en el tazón apareció lo que identifico como helado de chocolate con fresas.

Ash: Tienen razón, así es aún mejor- dijo comiendo las fresas con el helado.

Tenía serios conflictos con lo que estaba presenciando. Era la muerte y estaba comiendo fresas con helado enfrente suyo. Ana pareció notar su conflicto interno.

《¿Estas bien?》pregunto Ana.

《Eso creo》respondió.

《¿Crees?》

《Es que... no puedo entrar a su mente》 explicó.

《Pues es un dios, Lex. Dudo que alguien pueda hacerlo》dijo su hermana.

《Lo se, solo quiero ser precavido. Tengo un presentimiento extraño》explicó.

《Especifica》 pidió Ana.

No estaba seguro de que es lo que le parecía tan extraño más haya de que era la muerte, pero algo extraño había.