Capitulo 34.

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☆Capítulo dedicado a AndyFlores_2006

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1 De Agosto de 1993.
Terrenos Peverell.

Alexander:

Se encontraban en la costa observando las olas, no había sol, las nubes de tormenta amenazaban sobre sus cabezas. Ana se encontraba sentada en la arena observándolo dar vueltas, observando el mar.

Lex: ¿Porqué tu no estás molesta?- pregunto algo frustrado, sin detenerse.

Había una profecía sobre ellos y no sabían de que hablaba hasta ahora.

Ana: Si me enoje, pero ya lo procese respondió con calma, tomando un puñado de arena. Lo había procesado más rápido de lo que esperaba, ni siquiera había estado tan sorprendida al enterarse de lo que decía la profecía, había hecho que tantas cosas cuadren.

Lex: ¿Estás segura de que habla sobre nosotros?- inquirió dudando.

Ana: ¿Sobre quién más? Prácticamente nos describe- respondio apretando la arena en su puño. En otras circunstancias dudaría, pero Ash la había llevado a buscar la profecía original para que la escuchara- De todas formas, ya sabíamos que nos mencionaban en alguna profecía, solo no sabíamos cuál.

Lex: ¿Porqué no nos lo dijo antes?- preguntó desconfiando. Debía haber una razón ¿Porqué decirselos ahora? Siempre sospecho de él, desde el inicio, le constaba que ocultaba muchas cosas, pero esto se trataba de algo que los afectaba directamente.

Ana: Es algo que también me pregunto- murmuró casi para si misma. Lex no dejaba de caminar de lado a lado- Lex.

Lex: ¿Qué?

Ana: Me mareas- dijo. Él resoplo para luego sentarse a tientas frente a ella.

Lex: Bueno- murmuró buscando por donde iniciar- ¿Qué se siente saber que los dioses no te favorecen?

Ana: El problema no es que no me favorezcan, eso lo supuse hace tiempo- Supo que no era la favorita de los dioses desde que vio a su madre morir y lo confirmó cuando aceptó el mismo destino para si misma con menos de quince años- ¿Qué se siente saber que dominaras las mentes?

Lex: Ayuda a mi ego, sin duda- dijo y su hermana sonrió.

Ana: Por supuesto- dijo observando las olas a espaldas de Lex. Le gustaría ir y zambullirse en esas olas, pero sabía que no lo haría pronto.

Los Mellizos Peverell BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora